

Deeper and Deeper
Episode 13 | 1h 11m 11sVideo has Closed Captions
Enrique reveals he has cancer. Group 9 from Madrid arrests Eguia.
Enrique reveals he has cancer and appoints his daughter as president of the bank. Group 9 from Madrid arrests Eguia for Irina’s murder.
Problems with Closed Captions? Closed Captioning Feedback
Problems with Closed Captions? Closed Captioning Feedback

Deeper and Deeper
Episode 13 | 1h 11m 11sVideo has Closed Captions
Enrique reveals he has cancer and appoints his daughter as president of the bank. Group 9 from Madrid arrests Eguia for Irina’s murder.
Problems with Closed Captions? Closed Captioning Feedback
How to Watch Truth (La Verdad)
Truth (La Verdad) is available to stream on pbs.org and the free PBS App, available on iPhone, Apple TV, Android TV, Android smartphones, Amazon Fire TV, Amazon Fire Tablet, Roku, Samsung Smart TV, and Vizio.

Discover Mysteries, Romances, & More
Explore our hand-picked collections of PBS dramas to find your new favorite show. Browse our catalog of sweeping historical epics, breathtaking romantic dramas, gripping crime thrillers, cozy family shows, and so much more.Providing Support for PBS.org
Learn Moreabout PBS online sponsorshipEsto es lo que hemos sacado del teléfono de Ricardo, mira.
- Irina está dentro de un programa de protección de testigos porque presenció un asesinato que se produjo en una de esas fiestas.
- Tuve que defenderme.
- ¿Y no pensaste en tirarte al agua?
- No sé nadar.
- [Fernando] Paula no sabe nadar porque Paula no es Paula.
Tú dejaste cocaína encima de la mesa.
- Sé que eres Sara.
He estado en vuestra casa, en la de Madrid.
¿Qué es esto?
- [mujer] Mira, por aquí la del cumple.
- Hola.
- Son ellas, ¿no?
- Soy Irina.
- ¿Qué pasa?
¿Dónde estás?
- [Irina] Petrov está en la calle.
- Me he acostado con Paula, ha sido un error, un error, te lo juro.
- ¿Cómo te llamas?
- Sara.
- ¿Te ha resultado fácil?
- No entiendes.
- No, no lo entiendo.
- [Irina] La chica ya está en el puerto como queríais.
- La he traicionado.
[disparos] - ¡Alto!
[Sara] Te dije, Marcos, que estaba en peligro y no me quisiste escuchar.
- No digas eso, me importas mucho.
- Entonces, esa chica llegó hasta aquí, encontró la llave, se metió en casa del policía que llevaba el caso de su amiga y a la que iba a traicionar.
- Me he acostado con ella.
[golpe] [quejido] [Alicia] ¡Hijo de puta, es una cría, joder!
Querías llevar esto tú solito, ¿no?
¡Pues, ahora pechuga!
Estás solo, Eguía.
- [Lalo] Y aunque fuese una relación consentida, a ojos de todo el mundo sigue siendo una menor.
- Ya, Lalo, pero es que tú y yo sabemos que esa chica tiene 20 años.
- Esa chica ejerce un poder muy fuerte sobre Marcos y él no lo puede controlar.
- ¿Y tú por qué aguantas esto?
- Porque no quiero perderlo.
- Vuestra hija ha sufrido un intento de secuestro, pero sé que se disponía a coger el ferri a las islas británicas.
[Lidia] ¿Para irse?
No creo que fuera capaz de, de soportar de nuevo perder a mi hija.
Sara, tendré que llamarte Paula.
- Claro, mamá.
- Ya me explicarás qué está pasando con Bahía Project, has pasado de hombre poderoso del banco a calzonazo oficial.
Si esto no sale adelante, tiro de la manta y te hundo.
- ¿Qué quieres saber?
- Todo, quiero saber qué clase de clientes hay ahí, qué clases de negocios se cierran.
Quiero saberlo todo, cualquier cosa extraña que hayas visto.
- Hay una entrada por el parque en el centro comercial y es discreta.
- Lalo, voy a hacerlo, voy a dejar a Fernando, ya no aguanto más.
[habla en ruso] - ¿Tu la estás monitoreando?
Trae a esa puta aquí al Beily Golub.
[música de suspenso] [música de intriga] [música de suspenso] CUMPLEAÑOS 2012 DE SARA.
[timbre] [amartilla] - Disculpe las horas, inspector.
- Señor McMahón.
- ¿Puedo pasar?
- Sí, claro, sí, sí.
- Así que este es su pequeño refugio, ¿hmm?
Donde se ven mi nieta y usted.
Vamos, vamos, no se azore, no, no he venido por eso.
Después de lo de hoy tengo que asegurarme de que nada va a volver a pasarle a mi nieta.
- Los rusos han desaparecido, pero eso no quiere decir que no vuelvan a actuar.
- Entonces, espero que esté usted ahí para evitarlo.
- Ahora mismo estoy suspendido de mis funciones.
Me están investigando.
- ¿Por la de muerte de esa chica... Irina?
- Sí, pero tranquilo, su familia está siendo protegida.
- Cuente con mi ayuda, abogados, lo que necesite.
- Se lo agradezco, pero prefiero contar con mis propios medios.
- Esto lo cambia todo.
¿Nuestro acuerdo sigue vigente?
- Sí.
- ¿Y hay algo por lo que debamos preocuparnos aparte de esos hijos de puta rusos?
- Ahora mismo lo único que podría revelar la verdadera identidad de Paula es... es esto.
- ¿Un DVD?
- Usted verá qué quiere hacer con esto.
[música de intriga] - Se la ve tan inocente.
- Y ahora tiene 20 años.
- Para mí no.
Para mí es... Paula, y será esa niña que nos alegraba los días a mi mujer y a mí cuando nació.
Fue una bendición, como lo ha sido recuperarla ahora después de estos nueve años de infierno sin saber dónde podría estar ni con quién, si es que estaba viva.
Esa chica se merece algo mejor que lo que ha conocido hasta ahora.
Es una superviviente, en eso se parece a los McMahón.
No será de nuestra sangre, pero tiene ese espíritu de lucha.
Mi hija se hundió cuando desapareció Paula, pero el tener a esta chica a su lado la ha transformado, la ha llenado de energía, de vitalidad, y eso será bueno para la familia y para el banco.
Además, esa chica me ha entregado su amor incondicional, a un extraño.
Será una impostora, pero en eso no.
Su cariño es auténtico.
Viendo este video, entiendo por qué ella se ha portado así conmigo.
Su vida ha sido muy solitaria.
- Sí, sí que lo ha sido.
- Destrúyalo.
[música de intriga] - Sí, voy a decírselo, pero ¿pasa algo?
Perdona, te escucho.
Papá, claro que estoy preparada, pero tú también puedes ahora.
Bien, bien, ahora voy.
Vale, vale, un beso.
- ¿Era tu padre?
- Sí.
Quiere vernos a todos a las 10:00 en el banco.
- ¿A qué viene tanta urgencia?
¿Pasa algo?
Lidia, por favor, tenemos hablar, esta situación es absurda.
[música de tensión] - Toni, que ya llegas tarde a clase.
Y tú, Paula, ¿qué?
¡Vamos!
¡Venga!
- [Toni] ¿No ha llegado la policía?
Pues, que pongan las sirenas, ya veras que llego a tiempo.
- Qué idiota eres.
- No tiene ninguna gracia, Toni, lo tomáis como un juego y no lo es.
- Papá.
- En esta casa no se puede hacer de payaso.
Adiós, adiós.
- Toni.
- Adiós, cariño.
- Adiós, hijo.
- Señor García, los coches están preparados.
A partir de ahora y por mayor seguridad, sus hijos viajarán en coches distintos.
- Gracias, gracias de verdad.
[agente] Es nuestro trabajo.
- ¿Y hasta cuándo vamos a seguir con vigilancia?
- Hasta que cojamos a Petrov.
Con ese hombre suelto no está segura.
[música de intriga] [habla en ruso] - Jefe, hemos alcanzado aguas internacionales.
- Muy bien.
[habla en ruso] ¿Y ahora qué, jefe?
- Esperar que el pescadito esté listo.
[música de suspenso] - Joder, me lleva.
[aplausos] - Gracias, no es tan importante.
- Bienvenida, Ana.
- Muchas gracias.
- [Andrea] Todos nos alegramos de tenerte de vuelta.
- [Ana] Muchas gracias.
Qué sorpresa.
Bueno, vaya recibimiento.
No sé si partirme más veces la cabeza.
- Bienvenida, compañera.
-Gracias.
- ¿Te incorporas tan pronto?
- Sí, no debería, pero en casa me aburro.
Vendré a ratos, hoy unas horas, mañana un poco más, como los niños en la guardería.
- Menudo susto nos diste.
- Ya lo sé.
Oye, ¿hay algo nuevo en mi investigación?
- De momento nada, pero estamos en ello.
- Ya.
- [Andrea] ¿Y ya no te duele?
- [Ana] Sí, un poquito.
- ¿Café?
- ¿Qué quieres?
- ¿No puedo invitar un café a una compañera?
- Que qué quieres.
- Mira... yo no sé cómo hacéis las cosas aquí en provincias, pero en Madrid investigar a un compañero es una cosa muy seria.
No nos gusta tener manzanas podridas.
Y dime una cosa, la chica y el inspector se veían a escondidas, se llamaban.
Tú dime que no y yo no indago más por ahí.
Chica lista, haces bien, porque ese niñato podía arrastrarte en su caída.
- Joder, Costa, que Eguía es tu compañero.
[música de tensión] [timbre] - Pero ¿qué horarios son estos para quien trabaja de noche?
- Joder, que viven bien los periodistas.
- Ya.
- Pues, venga, espabila, que no le quité el expediente a Laguna para que la tengas aquí muerto de risa.
- Adelante, pues, al salón.
¿Un Colacao?
- Vale.
¿Esto qué son?
¿Las propiedades de Fernando García?
- [Lalo] Sí, al final mi abogada, quiero decir, tu novia, Laura, me hizo el favor de ir al registro.
- O sea, que al final la has metido en esto.
- Soy un periodista y de los toca pelotas, y Fernando es un tipo importante, al final alguien le iba a ir con el cuento, ya te lo dije.
- Bueno, pues, la próxima vez se lo pides a tu madre, ¿vale?
- Vale.
- No le has contado nada, ¿no?
- ¡Nada!
Tengo mis recursos.
Preparo café y nos ponemos a buscar dónde coño pudo enterrar Fernando el cuerpo de la niña.
- Para mí Colacao.
Gracias.
Aquí no hay ninguna propiedad donde pudiera enterrar un cuerpo, según tu teoría.
El resto no nos lleva a ninguna parte.
En la documentación del expediente de Laguna no hay nada interesante, ni siquiera habla de que hubiera restos de cocaína en la casa.
- Bueno, eso lo pudo limpiar Fernando.
- Bueno y en las entrevistas rutinarias a la familia y al servicio tampoco.
Resulta que Bashir en aquella época no trabajaba en la casa y Rosario creo que pasó la noche fuera... - De eso ya me enteré en su momento.
Rosario había ido a un funeral familiar fuera de Santander.
- Pues, no sé, Lalo, igual tenemos que empezar a pensar que Fernando no le hizo nada a su hija.
O es verdad que todo fue un accidente y que lo tapó por Lidia.
- Inspector no, no, eso no pudo pasar así, no tendría ningún sentido.
Tiene que haber algo en alguna parte.
Por eso tengo un plan B. Estos son los DVD de la cámara de seguridad de una gasolinera en un camino rural que, casualmente, no aparece en el mapa, pero que casualmente está dentro del perímetro.
Un lugar de prados, perfecto para enterrar un cadáver pequeño sin testigos, y si tengo suerte, el coche de Fernando aparecerá en uno de estos DVD.
¿Me ayudas o no?
- No, no, yo no puedo, tengo otros asuntos que atender.
Ya, la suspensión.
- Pero ¿qué pasa?
¿Que en este pueblo todo mundo se entera de lo que hago?
- Pueblo pequeño... - Infierno enorme, joder.
- Te he llamado porque en Madrid quieren la cabeza de Eguía, como abogada suya debes saberlo.
Alguien tiene que cargar con la gran metedura de pata de la huida de la ucraniana.
- ¿Y por qué Marcos?
- Escondió a Irina en la casa que tiene en la playa sin dar parte a la policía, todo por su relación con Paula.
Y luego, la chica aparece moribunda.
- Sabe todo el mundo lo de Marcos y Paula.
Mi cliente es sospechoso de muchas cosas, pero no de orquestar la fuga de esa chica y como usted muy bien ha dicho, ¡ha sido una cagada de la gente de Madrid!
- Por eso, precisamente, quieren taparlo y cargarle el muerto a Eguía.
Laura... me siento en parte responsable de todo esto, por haber permitido a Eguía utilizar su relación con Paula en su investigación.
Lo siento mucho, de verdad, creí que sabríamos manejarlo.
- Pues, ya ve que no.
- [Soledad] Laura... que venga aquí a hacer una declaración.
No es el procedimiento, pero puedo mandar un informe positivo a Madrid.
Dada las circunstancias, lo podría ayudar.
- Gracias, comisaria.
- Eso está muy bien por una temporada, pero a la larga resulta muy aburrido.
Una ciudad pequeña, donde todo el mundo sabe de todo el mundo.
Mira, cuando vuelva a Madrid, pienso hablar muy bien de tu trabajo aquí con nosotros.
- Eso estaría bien, gracias.
- Entonces, necesito una lista de las llamadas de Eguía a la niña McMahón en las últimas tres semanas.
Fotos, mensajes, cualquier tipo de contacto.
- Para eso necesito una orden.
- La orden te la estoy dando yo ahora.
- ¿La comisaria Laguna está al tanto de esto?
- La comisaria Laguna no tiene por qué enterarse.
Esta investigación, la investigación del niño bonito le llamamos nosotros y tú ya estás tardando.
[música de suspenso] Entonces, ¿qué va a pasar?
¿Va a haber fusión o no va a haber fusión?
Tú te comprometiste.
- Sí, va a haber fusión, no te preocupes, sé que me comprometí.
Esto no tendrá nada que ver con la enfermedad de tu madre.
Antes o después me iba a enterar, somos un matrimonio, lo quieras o no.
- Fernando, ni se te ocurra utilizarla.
- Solo quiero tranquilizarte.
El dinero es cobarde y ya sabes lo que puede pasar, no queremos que las acciones bajen.
¿Has visto a Fleming?
- No, ¿por qué?
¿Quieres hablar con él de vuestros chanchullos?
- Buenos días, señores.
- Hola, papá.
- Tengo que pediros perdón por la urgencia de la convocatoria, pero ¿para qué esperar más?
Tarde o temprano se va a saber, así que prefiero ser yo quien os lo diga de viva voz.
Pero antes de nada, quiero recordaros el buen estado de este banco, su lugar en el mercado internacional y los planes de proyección futuros.
- ¿Qué haces aquí, Laura?
- Marcos, en Madrid quieren tu cabeza, me lo ha dicho la comisaria.
- Puta madre.
[música de suspenso] - He estado hablando con un compañero abogado que controla de estas cosas, pero, Marcos, yo necesito más información para preparar tu caso, saben que estuviste en Madrid y que allí estaba Irina protegida.
Vamos juntos a hablar con Laguna a la comisaria.
[música de intriga] Marcos, todos te queremos ayudar, pero tienes que darnos algo si quieres salir de este lío.
Ahora.
[golpes metálicos] [descarga eléctrica] [Puri] Cirilo.
- ¿Puri?
- Hola.
¿Puedes ayudarme?
[música de suspenso] [Marcos] Que yo no hice nada, yo no tengo nada que ver con la muerte de esa chica.
Joder, tenéis que creerme, coño.
- ¿No fuiste a Madrid para preparar su fuga?
¿No te viste con ella?
- ¡Que no!
Que yo la única vez que vi a esa chica fue en la vista con la fiscal, no volví a verla hasta que Paula la trajo y... Bueno, el resto de la historia ya la sabéis.
No tengo nada que hacer, ¿verdad?
Estoy jodido.
Dígamelo, jefa, ¿soy jodido?
- Todavía no está todo perdido si no lo complicas más.
¿Por qué no dices lo que hacías en Madrid, joder, Eguía?
A eso se están agarrando los del Grupo 9, para echarte toda esa mierda, a eso y a tu relación con Paula.
Necesito algo para intentar sacarte de este lío y hablar con Madrid.
- No jefa, son temas personales.
Prefiero lidiar con esto solo.
- No sé qué estás ocultando, pero si tiene que ver con lo que le pasó a Irina, ellos lo van a averiguar.
- [Laura] Marcos.
Marcos, para.
- ¿Qué?
¿Has venido a esconderte en las faldas de mamá?
- Tranquilo, gilipollas.
- ¿O qué?
Me parece que poco a poco todo el mundo aquí va a empezar a darse cuenta qué clase de policía eres.
- ¿Ah?
¿Sí?
- Empezando por tu compañera.
- ¿Qué tienes que decir tú de Costa?
- ¿Yo?
Nada, pero ella lo tiene todo muy claro, no piensa mover ni un dedo por ayudarte.
¡Para, para, para!
Marcos, por favor.
Vamos.
- Pedazo de mierda.
Voy a buscar otro abogado, es mejor que dejemos esto.
- ¿Por qué?
¿Qué pasó cuando fuiste a Madrid?
¿Tiene que ver con Paula?
- Cállate.
Sí, tiene que ver con Paula, pero no puedo contártelo.
- ¿Estás enamorado de ella?
Dilo de una vez.
¿Qué hubieras hecho si los rusos se la hubieran llevado y la hubieran matado como a Irina?
- Me hubiera vuelto loco.
- Pero vamos a ver, Marcos, ¿tú no te das cuenta que nada de esto merece la pena?
Que ha vendido a su amiga, que este tipo de chicas hacen estas cosas y Paula te ha manipulado desde el minuto uno.
- ¿Quieres dejar de juzgarla como si ella estuviera en tu vida?
¡Nada en su vida es normal!
¡Nada!
Si esa chica no hubiera traicionado a Paula, posiblemente le hubieran matado a toda su familia.
Irina llamó a Petrov.
Coño, estoy gilipollas.
- ¿A dónde vas?
- Si Irina llamó a Petrov, esa llamada tiene que estar registrada en el móvil de la chica.
- En resumen, la banca McMahón tiene ahora mismo una posición inmejorable en el panorama financiero nacional e internacional, nada de lo que ocurra podrá socavar su imagen y su prestigio.
Todo esto sonará a aburrido autobombo, pero tiene una razón y es, en primer lugar, tranquilizaros, porque vuestra posición no está comprometida.
Y, en segundo lugar, confiaros que nada puede sacudir los cimientos de tan sólido edificio, ni siquiera mi enfermedad.
Aunque lo parezca, no soy inmortal y mi final tenía que llegar.
No quiere eso decir que sea de hoy para mañana, pero ya no puedo mantenerlo oculto por más tiempo.
Tengo un cáncer terminal.
Aun así, todo está atado y bien atado.
Mi hija, Lidia McMahón, asume desde hoy la presidencia del banco.
Espero que le mostréis a ella la misma fidelidad que casi siempre me habéis mostrado a mí.
Asegurándome eso, he tomado otra decisión que quiero poner negro sobre blanco para que no haya dudas.
Quiero a Fernando García... fuera del concejo.
Y para que no haya problemas sobre cómo manejar estas noticias, ahora mismo se estará emitiendo una nota de prensa con un texto elaborado por mis abogados y por mí.
Ahora que ya lo he dicho, me siento mucho más aliviado.
Fernando, ¿todavía estás aquí?
Bueno, vamos a darle un aplauso a la nueva presidenta.
Lidia, Lidia, por favor.
[aplausos] [música de tensión] - Gracias.
Gracias, papá.
[música de suspenso] - Su puta madre.
- Pero bueno... Es que no me lo puedo creer, de verdad, ¿eh?
- ¿Por qué le has dicho al del Grupo 9 que Eguía está con Paula?
- ¿A quién?
¿A Garrido?
[Soledad] Sí.
- Yo no le he dicho nada.
- Pues, eso precisamente, lo que no has dicho.
[suspiro] - Me preguntó si sabía algo de la relación de Eguía y Paula, Que, si no era cierto, pues, que no seguiría investigando por ahí.
Yo no puedo tapar a un compañero en algo así, Sole, no puedo, además, es que yo no le he acusado, no he dicho nada.
- Ya.
Pues, al callarte, lo has echado directamente a los leones.
Garrido y Sánchez creen que, por su relación con Paula, Eguía puso a disposición de la chica la casa donde apareció asesinada.
Eso lo implica totalmente y a eso se agarran los del Grupo 9.
Y que Eguía no quiera hablar de lo que hizo en Madrid tampoco ayuda, la verdad.
- Ana, ¿qué tal?
- Bien, incorporada mejor.
- Me alegro.
- ¿Y tú?
¿Qué tal lo llevas?
- Pues, aquí, parece que tengo la peste.
- Ya.
Pues, Laguna anda por aquí, no creo que le haga gracia verte mucho tiempo en comisaría.
- Ya, bueno, pero es que tengo que hablar con Costa.
- ¿Puedo ayudarte yo?
- No, ahora no, no quiero meterte en ningún lío.
- Bueno, pues, aquí estoy.
- Vale.
Me alegro de verte.
- [Ana] Chao.
[música de intriga] - Tú, si fueras yo, ¿qué hubieras hecho?
No, no, te lo digo en serio y es que... ya sabes cómo soy.
- Alicia, llevas el tiempo suficiente en la policía como para saber que las cosas no son blancas o negras.
Por eso, a Eguía tú ya lo has condenado.
[música de intriga] - ¿Qué coño haces en mi mesa?
- Nada, estaba esperándote, quería hablar contigo, ven un momento.
Necesito que me ayudes.
- No puedo.
- O sea que es verdad lo que dice Garrido, no piensas mover un dedo para echarme una mano.
- No puedo girar la cabeza cuando mi compañero se está ligando con la testigo, con la víctima de 17 años.
Te lo advertí, estas son las consecuencias.
- Está bien, joder, soy un cabrón, le he cagado, ¿vale?
Asumiré las consecuencias, sean las que sean, pero tú sabes que yo no soy un asesino.
Ya veo que no me vas a ayudar.
Está bien, gracias.
- Hey... De ti pienso muchas cosas, pero no creo que seas un asesino.
¿Qué quieres?
- El teléfono de Irina.
- Eso está en manos del Grupo 9.
- Joder, Costa.
- Veré lo que pueda hacer.
- Gracias.
[música de intriga] [timbre de teléfono] - Dime.
- [Ramiro] ¿Te has enterado?
- No sé, ¿de qué?
- Joder, creí que tenías línea directa con Lidia McMahón.
[Eduardo] ¿Qué ha pasado, Ramiro?
- Enrique McMahón ha dicho que tiene un cáncer terminal y le ha cedido la presidencia a su hija.
- ¿Y tú cómo te has enterado de eso?
- Eso es lo mejor, el propio banco ha emitido una nota de prensa.
Ahora mismo debe estar temblando Wall Street, la bolsa y su puta madre.
- Me voy a hablar con Lidia ahora mismo.
- Quiero una exclusiva y entérate también a ver por qué su padre ha sacado del consejo a Fernando García.
- Que sí, Ramiro, que sí.
Fernandito, esto no ha hecho más que empezar.
- Ana, Ana, necesito que me cubras.
- Voy a comer con mi marido.
- Bueno, pues, creo que no le importará esperar un poquito más.
Es por Eguía.
- Vale, lo que sea.
- Necesito saber si en esa caja está el teléfono de Irina.
Quiero ver si recibió alguna llamada del día que intentaron secuestrar a Paula.
- ¿Y qué quieres que haga?
- Quiero que hables con Márquez, que intentes distraerlo, yo qué sé.
Serán solo cinco minutos.
- Pero ¿y qué le digo?
- Lo que sea.
Improvisa, yo qué sé.
- [Márquez] Hola.
- [Alicia] Yo qué sé, inventa.
- [Márquez] Esto para el laboratorio de Madrid, ¿vale?
- Márquez.
- Hey, Ana.
Joder, que me alegro de tenerte de vuelta, ¿eh?
¿Seguro que estás para trabajar?
- Sí, sí, sí, voy a ir poco a poco.
Oye, una cosa que te quería preguntar.
Voy a ir de viaje a Madrid y quería que me recomendaras unos sitios para comer, para salir... - [Márquez] Bueno, la latina... Y, bueno, la latina, en general, en esa zona te ponen unas tapas muy buenas, ¿vale?
- Oye... ¿No me vas a decir nada más?
- Es que tampoco soy de salir mucho.
- Ya.
- Perdona, que tengo lío.
- [Ana] Sí, sí, ve a trabajar, sí.
[música de intriga] - Nada.
Eguía, parece que la chica no tenía ningún teléfono en su poder, ni agenda, ni notas con nombres, ni teléfonos, ni nada.
- Joder.
Vale, gracias, Costa.
- Lo siento.
[timbre de teléfono] - ¿Sí?
- Paula.
- [Paula] Cariño, ¿qué tal?
¿Cómo estás?
- Escúchame con atención, tengo que pedirte un favor.
- Lo que quieras.
¿- Es posible que Irina hiciera una llamada desde tu teléfono a Petrov, quizá para decirle que habías caído en la trampa?
Necesito que mires en tu teléfono si hay algún número que no te suene.
- Claro.
¿Cuándo vamos a...?
[corte de llamada] - Bashir, ven, que me hacen falta más cosas.
A ver., eh... harina, un kilo más o menos, dos merluzas grandes.
Les dices que te la aparten para... - ¿Dónde vas?
- A hacer la compra.
- Anda, tira.
[música de intriga] - ¡Joder, Paula, coño!
¡Me has asusta'o!
- Perdón, perdón, pero es que tengo que salir y no me apetece dar explicaciones.
¿Te puedo pedir un favor?
- No, si ya vamos a hacer lo que te dé la gana.
A ver, dime, ¿qué?
- Necesito que me acerques a una dirección.
Luego, para volver, ya me busco yo la vida.
Por favor, Bashir, que es muy importante.
Si no lo fuera, no te lo pediría.
- Vale, pero cerca, porque tengo que hacer las compras aún.
Van a estar echando bronca.
- Señores, cuando quieran empezamos.
- Señor McMahón, ¿desde cuándo tiene tomada la decisión?
- Desde que supe de mi enfermedad.
Quiero que antes de que todo se complique, el banco quede asegurado en buenas manos.
- Las acciones del banco han caído varios puntos en el Ibex 35.
- Eso no me preocupa.
Lo mismo ocurrió cuando mi padre me nombró presidente del banco al poco de volver yo de Londres de trabajar en la City.
Era un jovenzuelo imberbe y, y ya ven hasta dónde he llegado.
Creo que no lo he hecho tan mal, ¿no?
- Señora McMahón, ¿cuáles van a ser sus primeras medidas al frente del cargo?
- Consolidar las últimas decisiones que ha tomado mi padre para el banco y, después, lógicamente, ya se irán enterando.
- Bueno, bueno, bueno, yo les dejo con mi hija que es a partir de ahora, la nueva cara de este viejo barco, que estarán ustedes hartos de ver la mía, ¿ah?
Y trátenmela bien, que no me entere yo.
- ¿Cómo ve el nombramiento de su mujer?
[Fernando] No hay declaraciones.
- [reportera] ¿Cuál va a ser su lugar con el banco?
- He dicho que no hay declaraciones.
- Parece ser que lo han relevado de su puesto como consejero.
¿Significa eso que se desvincula totalmente de la banca familiar?
- ¡He dicho que no hay declaraciones, por favor!
- Fernando, ¿qué pasa?
¿Los planes no salen como quieres?
- ¿Qué coño haces aquí?
- Es mi trabajo, preguntar, averiguar cosas.
- Pues, ten cuidado y no me toques los huevos.
[risa] ¿Qué coño has hecho?
- Yo creo que está claro, pero si no, en un ratito verás la noticia en todos los medios, nacionales e internacionales.
- ¿Firmaste un acuerdo de venta con los escoceses?
- Escucha, a ver si te aclaras.
Por favor.
Firmé ese acuerdo porque el banco escocés ya tenía nuevo dueño.
Yo lo compré antes de darte ese papel.
Lidia anunciará la compra como la primera de sus medidas como presidenta.
- Sois unos hijos de puta.
- Hay que serlo para mantenerse siempre arriba.
- Tú ahora preocúpate porque Toni y Paula sean felices y estén a salvo, que es lo que todo padre desea para sus hijos.
Y ahora, si no os importa... - No te vas a ir de este mundo así de fácil.
Todavía no he dicho mi última palabra.
[música de intriga] [música se detiene] [tictac] [música melancólica] - Hay hambre, ¿eh?
Has cambiado mucho desde la última vez que nos vivimos.
¿Dónde has estado metida?
- Por aquí, por allá.
- Pero... el oficio no lo has dejado.
- ¿Tú qué crees?
No sé hacer otra cosa.
Y sabes que soy buena.
- Eso sí, pero estás muy estropeada.
- He pasado una mala época.
En cuanto me recupere, te demuestro que sigo siendo la misma.
[zumbidos de moscas] - Quédate aquí unos días y te pones bien.
[mugido] [música melancólica] - [Paula] No conozco este número, seguro que fue Irina.
La fecha de la llamada es del día que estuvo aquí.
Tuvo que avisarlos con este móvil.
- Gracias.
- Te echo de menos, Marcos.
- Joder, Paula, que me están investigando por mi relación contigo.
Me han suspendido de mis funciones, ya está todo patas arriba, por favor, por favor, no compliques más las cosas.
- ¿O sea que de verdad te vas a olvidar de mí?
- Paula, yo soy el policía que investigaba tu caso.
No debí entrar en tu juego, fue un error.
- Lo nuestro no ha sido un error, ni yo he jugado contigo.
Te he visto tu reacción cuando yo he estado en peligro.
No me mientas, esto no es solo trabajo.
Tú y yo nos entendemos como nadie podrá entendernos jamás, porque los dos sabemos lo que es vivir en un agujero y lo difícil que es salir de él, Y porque a los dos nos han hecho mucho daño, Marcos.
Mucho.
Eso nadie lo sabe.
Solo tú y yo.
[música nostálgica] - ¿Dónde ha ido?
- Pa la compra, ya se lo he dicho a sus compañeros de la puerta.
- Dijimos que nadie podía salir de esta casa sin escolta, incluido el servicio, ¿le habéis seguido?
- Bueno, la verdad que no... - Anda, llama a jefatura y que te releven, no te quiero volver a ver por aquí ni a ti tampoco.
¿Es de la señora?
- No lo sé, no llevo su guardarropa.
- Entonces, ¿has sido tú el que se ha perfumado tan bien?
- ¿Qué?
- Que si has llevado a la chica en el coche.
- No.
[música melancólica] - Esto no puede volver a pasar, nunca más.
Tú tienes que seguir con tu vida y yo con la mía.
- Yo sé lo que sientes por mí, Marcos, y también que crees que el amor duele, por eso te resistes.
Tú querías a tu madre y la perdiste, pero no tiene por qué ser siempre así.
- ¿Qué coño estás haciendo, Paula?
- Que tienes miedo, por eso me dejas.
Ya te lo he dicho antes, nadie nos va a entender cómo lo hacemos tú y yo.
- Mira, Paula, yo lo único que sé es que, desde que llegaste a mi vida, la has puesto patas arriba y no puedo más con esto, no puedo.
- Cada vez que das un paso te hundes más a la mierda.
- Él no ha tenido la culpa, he venido yo por mi cuenta.
- Venga, no lo pongas más difícil.
- El mismo interés que tenéis en mí, tendríais que haberlo tenido por Irina, ¿no?
[Garrido] ¿Qué coño hacía la chica aquí?
[Marcos] Ya te lo he dicho ella.
- Mira, gilipollas, llamadas a la chica de noche, mensajitos suyos de madrugada.
La relación normal de un inspector y una testigo investigada, ¿hmm?
- ¿Qué te importa?
- Puede que no, pero nadie va a querer trabajar con un policía como tú, ¿sabes?
Eso por no hablar de la aparición de esa chica, Irina, muerta en tu casa.
Estás pringado y estoy a esto de demostrarlo.
- Mira, capullo, si tienes algo personal contra mí, lo solucionamos cuando quieras, aquí y ahora.
[encendido de motor] - Garrido, vamos.
- Tira, anda.
[música de intriga] - Márquez, me han pasado este teléfono para investigarlo y necesito saber quién es el titular.
- Pero este número no es español.
- ¿En serio?
RASTREADOR MÓVIL.
- Corresponde a una tarjeta rusa.
- ¿Se puede geolocalizar?
- No, no se puede.
- Muy bien, gracias.
- De nada.
- Toma, Toni.
- Paula, ven a celebrar el nuevo cargo de mamá.
¿Y papá?
¿No lo esperamos?
- No, vendrá un poco más tarde, Toni, ¿hmm?
- ¿Cómo estás?
¿Nerviosa?
- Bueno, un poco.
- No tiene por qué, tu madre lo hará bien.
Tu madre puede con todo.
- Espero no defraudarte, papá.
- Mira, hija, ahí viene mamá, tan guapa como siempre.
[Toni] Abuelo, ¿qué dices?
- Papá, es Paula, ¿no la ves?
- [Enrique] Ven, amor.
- Papá.
- He hecho lo que me dijiste, dejar el banco por fin.
- [Lidia] Papá.
- ¿Abuelo?
- Conchita.
- [Lidia] Papá, papá, por favor.
Papá, papá, siéntate, papá.
- ¿Lidia?
- Sí.
- Lidia, hija, hija.
- Ven, siéntate, papá.
- Me mareo.
- ¡Toni, llama al médico!
¡Llama al médico!
- ¡Abuelo!
- Paula, los pies arriba.
A ver, a ver, un poquito de agua.
Ya voy, no pasa nada, papá.
Bebe un poquito.
[música dramática] [música de suspenso] - ¿Qué haces mirando entre mis cosas, puta?
- Nada.
- ¿Nada?
A ver, ¿qué llevas?
A ver, ¿eh?
¿Nada?
Estos pendientes eran de mi madre.
Te abro mi casa y me lo pagas así.
¿Qué más ibas a llevarte, zorra?
Anda, sal de aquí, y confórmate con que no llame a la policía.
- Anda, llama.
Diles que me llevaba esos pendientes y yo le diré lo que guardas aquí.
¡Pervertido de mierda!
- No hables de lo que no sabes y deja eso en su sitio.
- ¿Cuántas niñas?
¿A cuántas se lo has hecho?
¿No te da vergüenza?
[doctor] Lidia, a ver, por favor.
- [Lidia] ¿Qué pasa, doctor?
- Es cuestión de poco tiempo, el tumor ha llegado al cerebro.
- ¿Cómo?
¿Tan rápido?
- Es la metástasis.
Al no seguir el tratamiento que yo le indiqué, estas son las consecuencias.
- Pues, ahora tendremos que llamar a, a la ambulancia y llevarle al hospital para que le vean.
- Tranquila, que de los trámites ya me encargo yo.
Tú quédate con él.
- Gracias, doctor.
- Me ha dejado entrar Rosario.
Enhorabuena, señora presidenta.
¿Qué pasa?
- Mi padre se muere, Lalo.
- [Ernesto] Qué bonito está ahora el jardín.
¿Y la niña, Conchita?
¿Dónde está?
Ya la veo... corriendo por ahí.
- Cree que está hablando con mi madre.
[balbuceando] - Sí, sí.
[música dramática] - No dejes que tu padre muera en un hospital.
Esta también es su casa y está con la gente a la que quiere.
Es un final, pero es un final mejor.
- Tienes razón, Lalo, voy a avisarle al médico.
- No, no, no.
Yo se lo digo.
Quédate con tu padre y luego yo hago lo que quieras.
Si quieres, me quedo, lo que digas.
- Me gustaría, pero mejor no.
Es que no quiero tener problemas con Fernando, ¿entiendes?
Lalo, no cuentes nada a nadie.
[tictac] - Mamá, ¿qué pasa?
- Hemos recibido esas fotos hace unos minutos.
Las envía un confidente de Orcasitas, un barrio de Madrid en el que teníamos uno de los pisos en los que Irina estaba protegida hasta que la trasladamos al hotel desde donde se escapó.
- Pero ¿esto no será un montaje?
¿Está contrastado?
¿Seguro que es él?
- Seguro, su hombre no es inocente, comisaria.
La entiendo, es difícil de asimilar.
- ¿Lo van a detener?
- ¿Usted qué cree?
- [Sánchez] La orden está en curso.
Tendremos que llevarlo a Madrid para interrogarlo, pero conseguiremos que hable.
- Les quiero pedir que cuando llegue la orden, la detención la hagamos nosotros, es uno de los nuestros.
- Claro, comisaria, la entendemos perfectamente.
[música de tensión] - Oye, ¿qué es esto que me has enviado?
- Estamos en un punto muerto con las propiedades de Fernando y de repente aparece esto, ¿no es señal?
- No creo en señales.
- [Marcos] Yo tampoco.
He estado mirando el informe de Laguna y he encontrado esa fotografía.
El tipo es un tal Cirilo Abad.
- ¡Cojones!
¡El hermano de Rosario!
- [Marcos] ¿Es ese el hermano de Rosario?
O sea que tenía acceso a la casa.
- Es que no te lo vas a creer, ¿sabes dónde tiene su granja?
En un camino rural junto a la gasolinera de la que te hablé, la de los DVD.
Está dentro del perímetro que Fernando pudo hacer con su coche.
- ¿Y qué es lo que les une al granjero y al yerno de los McMahón?
- Pues, eso sí que no te lo puedo decir.
- Pues, habrá que investigar de dónde viene una relación tan íntima, porque esa foto está tomada en la puerta del club de Fonseca.
- [Mercedes] Buenas tardes, señora comisaria, le recuerdo que aún no me he devuelto el disco duro con el expediente de Paula García McMahón.
Es por saber si lo va a necesitar mucho más tiempo.
- Tranquila que cuando termine te lo devolveré.
¿O es que alguien te lo ha pedido?
- No, no, no, no.
- Pues, entonces, no me jodas, Mercedes, con la que tenemos encima, que tenemos a un compañero en el punto de mira.
¿Tenemos algo?
- Nada, pero lleva su tiempo.
- No lo tenemos.
Insiste por Dios.
- ¿Qué pasa?
- Han dado orden de detención contra Eguía, pero no digas ni una palabra.
Esto lo tengo que manejar yo.
[música melancólica] - Hola, papi.
- No te preocupes, hija, este día tenía que llegar.
Al principio, dolerá, pero luego te acostumbrarás.
- No digas eso, papá.
Yo nunca podré acostumbrarme a vivir sin ti.
- Sí, sí.
Al principio me echarás de menos.
y poco a poco se te irá pasando el dolor.
Ya pasaste por ello con tu madre, y eras mucho más joven.
Además, volveremos a encontrarnos.
Lo sabes.
- Lo sé, lo sé, papá.
No te esfuerces ¿vale?
Te vas a curar, papá, te vas a curar.
Descansa.
[música melancólica] - ¿Está lucido?
- Ahora sí.
- Entonces, ¿no te gustaría que se fuese de este mundo sabiendo que su nieta no lo es?
- Fernando, ¿cómo?
¿Cómo puedes llegar a ser tan hijo de puta?
- Tengo que velar por mis intereses.
Tú me cedes la presidencia del banco y dejo que tu padre muera en paz.
Entiendo que te lo quieras pensar, pero no tardes, no te queda mucho tiempo.
- Antes de que se lo digas tú... se lo digo yo.
- Esta es la granja de Cirilo.
Según el registro, pero es que al lado hay un prado que ahora es de Cirilo.
Hace nueve años no.
- ¿Y de quién era entonces?
- Estoy seguro que de Fernando, y que ha hecho desaparecer la documentación.
- Bueno, eso tendría sentido si hubiera algo oculto en esa tierra.
- Amigo mío, estás empezando a pensar como yo y no sé si eso es bueno o malo.
- Seguro que no es bueno.
- Mamá, esto no, por favor.
[tictac] Está tranquilo con todos alrededor.
Ojalá mi hermana me hubiera tenido a su lado entonces.
Mamá, ¿qué pasa?
- ¿Eh?
Nada, solo que no, no me hago la idea de, de vivir sin él.
- Hay algo más.
- Paula, Fernando quiere decirle al abuelo quién eres realmente tú, a no ser que le ceda la presidencia del banco.
No quiero ceder al chantaje, pero no puedo dejar que se vaya de este mundo con el sufrimiento de conocer la verdad, no puedo.
[música dramática] - Mis dos soles.
[Marcos] ¿Qué pasa?
- ¿No te ha llamado Laguna?
- No, bueno, no lo sé, no he mirado al móvil.
- Quería localizarte, por eso me ha llamado a mí y yo me he acercado hasta aquí por si estabas.
- ¿Y no te ha dicho que quería?
- No.
No me lo ha dicho, Marcos, pero, pero no pinta bien.
- Bueno, sea lo que sea, saldremos de esta.
Saldré.
- Sigo siendo tu abogada.
- Gracias.
- Marcos, cuando pase todo esto, creo que nos debemos una conversación.
- Claro.
- Eguía, Laura.
- ¿Qué pasa, comisaria?
- Vienen a por mí.
- Ha llegado tu orden de detención y te van a trasladar a Madrid.
- ¿Cuáles son los cargos?
- Encubrimiento y posible homicidio.
- Cuando lleguemos a comisaría, lo hablaremos con calma.
Inspector, por favor, si he venir yo es precisamente para evitar esto, hombre.
- Vamos.
- ¡Suéltame!
[música de tensión] - ¿Estás bien?
- Arranca, por favor, vámonos.
[chirridos de neumáticos] Sácame de aquí, me están persiguiendo.
[música de suspenso] - Voy a firmar.
- Lo sabía.
Por eso le he dicho al abogado del banco que viniese.
- Buenas tardes.
- Buenas tardes.
- Me ha llamado tu marido diciéndome que habíais hablado de un cambio, esto va en contra de los deseos de tu padre.
Lidia, ¿estás segura?
- Sí.
- Bueno, pues, yo ya no tengo nada más que hacer aquí.
- Luego te veo.
Es la mejor decisión, Lidia, que más da que seas tú o yo, el banco seguirá en nuestras manos.
Y olvídate del divorcio.
- Lidia, tu padre se nos va, mi niña, se nos va. - ¡Papá!
Papá.
¿Cómo está mi chico guapo?
- Veo a tu madre, la veo por todas partes, desde hace un tiempo, desde que enfermé, diciéndome que tengo que hacer algo para compensar el mal que he hecho.
- ¿Mal tú?
Si tú no has hecho nunca nada malo, papá.
- ¿Dónde está Paula?
- Paula, Paula, ven, cariño.
- [Enrique] Paula, hija, ven aquí, conmigo.
- Lidia.
- ¿Sí?
- Perdona, el médico quiere hablarte.
- Vale, vuelvo enseguida, papá.
No te apartes de él.
- No me queda tiempo, y tengo, tengo que decirte algo.
Escúchame bien, Paula.
Tú me quieres y yo a ti, y crees que soy una buena persona, pero no lo he sido, pero contigo Dios me ha dado la oportunidad de enmendarme.
Sé que tú... no eres Paula.
- ¿Qué dices, abuelo?
- Te hice un análisis de ADN.
Lo hice primero por mí, por mi hija, por Toni.
Pensé que podrías ser una oportunista, pero no, te has ganado el afecto de todos, y te mereces una vida mejor.
Dios te ha mandado para que yo ponga algo de equilibrio en este asqueroso mundo.
Me han reprochado... haberles destruido la vida a muchos, pero contigo habré hecho algo bueno.
Siento todo lo que te han hecho, todo lo que has sufrido.
Por favor, recuérdame con cariño.
- Claro, abuelo.
- [Ernesto] Niña mía, me voy... tranquilo.
[música dramática] - Creo que... él ya... [música dramática] [doctor] Sí, lo siento mucho.
[música dramática] - Voy a despedirme del abuelo.
[música dramática] - Ahora hay que pensar que el abuelo ya no sufre y que se ha ido con la alegría de haberte recuperado.
- Mamá... - Dime, cariño.
¿Qué pasa?
- Él sabía que yo no soy Paula.
- ¿Qué dices?
- Desde el principio, lo ha sabido todo desde el principio, mamá.
Y lo has perdido todo por mi culpa, perdóname.
- No pasa nada, cariño.
- Paula.
El abuelo se ha ido con una sonrisa.
Ahora nosotros tenemos que seguir y hacer que se sienta orgulloso.
- Desde la desaparición de tu hermana, durante todo este tiempo, tú has sido mi fuerza, el único motivo que he tenido para seguir adelante.
Quiero que sepas que has sido tú, únicamente tú, mi guerrero silencioso.
- Te quiero mucho, mamá.
- Y yo a ti, cariño, y yo a ti.
[llanto] Llora, mi vida, llora.
Llora.
- [Garrido] Buenas tardes.
- ¿No conseguiste averiguar nada de ese teléfono ruso?
- No, nunca responde nadie.
Oye, Andrea, eh, por favor, deja de preguntarme, me estás poniendo muy nerviosa, ¿vale?
[timbre de teléfono] [timbre de teléfono] - Le está sonando el móvil, inspector.
[timbre de teléfono] - ¿Qué cojones?
- Es el teléfono del que llamó Irina antes de morir.
[timbre de teléfono] - ¿Qué puta mierda es esta?
Este teléfono no es mío.
- Vamos a aclarar esto ahora mismo.
- Claro que lo vamos a aclarar.
¿Quién cojones ha metido este móvil en mi mochila?
- Vamos, venga, quiero hablar con los dos.
[música de tensión] [música de intriga] - Podéis iros, yo os relevo.
[música de intriga] [timbre de teléfono] Soy yo, me he tenido que deshacer del otro teléfono.
No hay rastro posible.
Tranquilo, Petrov, tendrás a tu Beliy Golub.
[habla en ruso] - Ya era hora, el pescado está casi listo para morder.
[música de tensión] - [Paula] No estás sola, mamá.
- [Lidia] Lo sé.
Está Toni y estás tú.
- Te cargaste a la ucraniana y ya no sabes ni lo que haces.
- ¿Qué coño está diciendo?
¿Para qué iba a matar yo a Irina?
- Paula y Irina eran amigas.
- Mira, estoy convencido, hijo de puta, de que tú y los rusos estabais apañados para conseguir esta fuga, convencido.
- Creo que Paula aún no haya llegado.
¿No es un poco tarde?
- [hombre] ¿Ya la tienes?
- Sí, ya la tengo.
- ¿Sabes quién te ha hecho esto?
No puede quedar así.
- ¿Dónde crees que vas?
- Voy a buscarla, jefa.
Ese tío oculta algo y tenemos que encontrarla antes de que lo haga él.
- Ay, Dios mío.
- ¿Sí?
- [hombre] Si quiere volver a ver a su hija Paula con vida, siga las instrucciones que se le han enviado al teléfono.
- Tenéis que entregar 5 millones de euros en el punto del rescate.
Tenéis una hora.
- ¿Qué vas a hacer, Lidia?
No tenemos ese dinero, ¡tenemos que negociar!
- Si lo hacemos, la matarán.
- Nosotros no tenemos nada que ver, ¡olvídate de ella!
- ¿A dónde vas tú?
Habla con la poli y te rajo.
- ¿Qué está ocultando, Garrido?
No la joda más todavía, está bajo sospecha, ¿qué sabe?
- Puede que sea Sánchez.
- ¡Acelere!
¡Vamos, lo vas a joder todo!
Quítatelo de en medio, ¿eh?
¡Sáqueselo!
- ¡Por favor!
- ¿Cree que va a matar a Paula?
- No, si ha llegado a un pacto con Petrov, la entregará viva.
- Por fin nos vimos, mi pequeña zorra.
Support for PBS provided by: