

The Moment of Truth
Season 2 Episode 10 | 1h 21m 10sVideo has Closed Captions
Cristina is devastated after learning of Alberto's infidelity.
Cristina is devastated after learning of Alberto's infidelity, while Patricia and Enrique rekindle their romance. Blanca confronts the ghosts of the past, and Isabel makes an announcement.

The Moment of Truth
Season 2 Episode 10 | 1h 21m 10sVideo has Closed Captions
Cristina is devastated after learning of Alberto's infidelity, while Patricia and Enrique rekindle their romance. Blanca confronts the ghosts of the past, and Isabel makes an announcement.
How to Watch Velvet
Velvet is available to stream on pbs.org and the free PBS App, available on iPhone, Apple TV, Android TV, Android smartphones, Amazon Fire TV, Amazon Fire Tablet, Roku, Samsung Smart TV, and Vizio.
Providing Support for PBS.org
Learn Moreabout PBS online sponsorship-Isabel, ¨qué haces aquí?
-No podía faltar a la boda de mi hijo.
-Esa mujer sigue viva y está en Madrid.
Y quiere robarnos todo lo que es nuestro.
No va a quedarse con nada porque ahora todo será tuyo.
-¨Puedo ayudarle en algo?
-Sí, soy la nueva jefa de taller.
-Ha llegado esto para ti.
Desde Cuba.
-Quiero que los tenga Alberto.
Es la excusa perfecta para decírselo.
-Me enseñó los gemelos que le regaló, son preciosos.
-Ana, soy la madre de Alberto.
-¨Por qué no me lo contó?
-Isabel se está muriendo.
-¨Sois novios Adolfo y tú, no?
-Pues no lo sé, Pedro.
Porque estas cosas del amor son muy difíciles de definir, ¨sabes?
-¨Has dicho del amor?
-Mamá quiere que vayas a casa.
-¨Me puedes explicar qué es esto?
Que estás casado y tienes cuatro hijos.
-Le he dicho a todo mundo que me voy a casar con Rosa María y ella no lo sabe.
Como se encuentre con Rita por los pasillos y si se lo diga... -Enhorabuena.
-Enhorabuena ¨por qué?
-Rosamari, hija, la boda.
-Los mayores sois un lío.
Tú quieres a la tía Rita y ella a ti.
-Rosa, ¨te quieres casar conmigo?
-Que Pedro se casa y... y no es conmigo.
-Ahora mismo vas a ir a buscarle y vas a hablar con él.
-Quiero decirte que... que te he querido desde el primer día que te vi.
Que me he declarado a Jonás por error.
-Que lo que te ha dicho no te lo quería decir a ti.
De hecho, ahora mismo está en su habitación muerta de vergu enza.
Así que te pido que mañana cuando le veas hagas como que nada de esto ha pasado.
Lo borras de tu memoria.
-Primo, primo... -Ya está, y Rita ni una palabra.
-Sigo enamorado de ti, Ana.
starlo.
he dejado de e Vámonos de aquí, por favor.
-Ana me confesó que tú y ella fuisteis novios.
¨Por qué iba a preocuparme?
Tú ahora estás casado y ella me tiene a mí.
-Me alegro, Carlos.
-No más que yo.
-Cuando diseñaba mis primeros bocetos lo hacía en secreto para Asunción.
-Tú te pasabas la vida viendo viejas revistas de moda de los años 20.
-Me decepcionas, Raúl.
Aunque la culpa es mía por haberme creado tantas expectativas.
-Pero no se ha equivocado haciéndolo.
Y se dará cuenta cuando le enseñe lo que estoy preparando.
-Acabo de cruzarme con Bárbara.
¨No has vuelto con ella?
-Pero eso no significa que no quiera seguir teniéndote cerca.
-¨Tú eres...?
-Clara.
-!
Lucas!
!
Hijo, ven aquí!
!
Qué alegría!
-!
Madre!
-Clara está conmigo, ¨de acuerdo?
-Desde que éramos pequeños me has quitado mis novias.
-Tú lo has dicho.
E ramos pequeños.
Era un juego de críos.
-Quiero aprender a conducir con tu coche.
-¨Qué?
-Yo, si quieres, te puedo enseñar.
-¨De verdad que me enseñarías a conducir?
-Yo también tuve que renunciar a un hijo.
Me quedé embarazada del hermano de don Rafael.
Negó que él fuera el padre y desapareció.
-Pero esa historia no es así.
-Quiero encontrar a Esteban.
-Después de todo el daño que le hizo, ¨por qué quiere volver a verle?
-Si no lo intento me voy a arrepentir toda la vida.
Esteban, soy Blanca.
Blanca Soto.
-No conozco el compromiso ni me interesa.
-Trabajando tan cerca el uno del otro era lógico que algo pasara.
Creí que lo sabía.
[♪ Alba Lliure: "Falling in love"] -Dímelo, Alberto.
Quiero oírlo de ti.
Si has tenido el valor para engañarme, quiero que lo tengas también para decírmelo a la cara.
-Es verdad.
Me acosté con Sara.
Solo ha sucedido una vez.
-¨Fue en Nueva York?
-No creo que lo mejor sea entrar en detalles.
-Su marido se ha quedado corto en detalles.
¨Cuándo?
-La noche de la rueda de prensa.
Los siento, Cristina.
Lo siento.
Sara no significa nada para mí, Cristina.
Fue un error.
-¨Y se supone que eso debe tranquilizarme?
-Es la verdad.
or pensar -He sido una imbécil p que eres distinto al resto.
-Por mucho que te empeñes, nunca voy a ser el hombre perfecto que te piensas que soy.
ez que entro Cada v por esa puerta, Cristina, lo único que siento es presión.
"Alberto, llévate bien con mi hermano".
"Alberto, vamos a tener un hijo".
Y no lo hago porque quiera, lo hago por hacerte feliz a ti.
-No has tenido suficiente con humillarme, ¨no?
Ahora también quieres que me sienta culpable.
-La culpa es mía por permitir que tu familia controle mi vida.
Desde que me casé contigo lo único que hago es hacer lo que ellos quieren.
Con tu hermano en mi galería, así con tu padre cada vez... -!
No!
!
Basta!
!
Basta!
No quiero oír ni una palabra más.
[♪ música suave] [golpes en la puerta] -¨Manolito?
!
Manolito, el que se casa soy yo!
¨Quieres que entre y te ayude?
-!
No!
-!
Cada vez te pareces más a tu padre!
-!
Que viva el novio!
¨Pero qué haces así todavía?
Que la que llega tarde es la novia, no el novio.
-No estoy para bromas, primo.
No encuentro la corbata.
-¨La que te cuelga del cuello?
-Madre mía.
Tú estás nervioso, primo, ¨no?
-Estoy nervioso.
A mí me va a dar un infarto.
-Claro, es normal, primo.
Si es que esto es cosa de machos.
¨Cómo que es de machos?
-El macho necesita hembras.
Y el compromiso no está hecho para nosotros.
Y casarse es como que te lleven al matadero.
Pero es normal, es normal que estés nervioso.
¨Eh?
Nervioso, pero contento.
-Sí.
-Mira, te voy a traer un carajillo para que te temple el ánimo y te dé coraje.
-Vale.
Vale, gracias, primo.
-!
A nimo!
Ole.
-!
Manolito!
-Pero bueno, ¨qué hace el novio todavía en paños menores?
Pedro, no me lo puedo creer.
-Tú, sin embargo, estás de punta en blanco.
Es que no podía ser menos.
Es la primera vez que voy a la boda de un ex.
¨Qué nos lo iba a decir, eh, Pedro?
-Vaya.
¨te puedo hacer una pregunta?
-Claro.
-O sea, ¨tú te has llegado a pensar... en ti, en mí, en un altar?
[risas] -Te deseo lo mejor, Pedro.
-Gracias.
-¨Estoy guapo?
-Estás guapo, estás muy guapo.
Vámonos, que no llegamos.
Te veo en la boda.
-¨Clara?
-Mateo, ¨qué haces tú aquí?
-Vengo a recogerte para llevarte a la iglesia.
Aunque no creo que sea conveniente, vas a eclipsar a la novia.
-Yo no te he pedido que me lleves a la boda.
-¨En serio?
Llámame loco, pero esto es lo que se supone que hacen los novios.
Acompañan a sus novias a historias como estas, ¨no?
-Llámame loca, pero es que es la boda de mi ex, no es lo más apropiado.
¨No te parece?
-Muy bien, si prefieres ir sola en vez de con este pedazo de galán, es tu problema.
-¨Pero tú qué te has creído?
No voy sola, tengo una cita.
-¨Una cita?
¨Con quién?
¨Con mi hermano?
-¨Pero qué dices?
Voy con mis amigas, Mateo, que a veces tienes unas cosas.
-No sé, os lleváis tan bien últimamente.
-¨Cómo para no llevarnos bien?
Ayer me ayudó mucho con lo de las clases de conducir.
-¨En serio?
-Sí, se está portando muy bien conmigo.
Me prestó su coche y todo iba de maravilla.
Bueno, yo me hice algo de lío con los pedales y me di un poco de frente con un árbol, pero él ni siquiera se molestó.
Tienes un hermano bastante encantador, la verdad.
-Es un encantador de serpientes, sí.
-Bueno, te sigo contando todo después.
Voy a por las chicas.
-Ana, que la boda es en media hora.
-Ya voy, ya casi estoy.
-¨Y tú qué haces?
-Yo, pues nada, ¨qué voy a hacer?
Estoy terminando de arreglarme.
-¨Vas a ir a la boda?
-Sí, voy a la boda.
-Pero, Rita, de verdad, ¨eh?
Que a ti qué te pasa, parece que a veces disfrutas sufriendo.
-Mira, no empieces tú también que bastante tengo con esta.
Que llevo una mañanita que... -Porque no tienes por qué ir a esa boda.
-Uy, de verdad, sois más pesadas que un disco rayado.
Ya he tomado la decisión y no hay más que hablar.
Estoy preparada y lo tengo claro.
Lo tengo claro.
Lo tengo claro.
Pues sabes lo que te digo, cuando se casó Alberto, si no me llego a ir de la iglesia antes de que digan, si quiero a mí me da algo.
-Ya, pero es que tú eres tú y yo soy yo.
Pedro es mi mejor amigo.
¨Qué hago?
¨No voy?
Es uno de los momentos más importantes de su vida.
No puedo pensar solamente en mí.
-Ay, Rita, no sabe Pedro lo que se pierde contigo, de verdad.
-Venga, ¨nos vamos?
-Venga, ir saliendo, que yo cojo el bolso.
-Manolito, estate quieto, que se van a casar tus padres y yo aquí todavía vistiéndote.
-De verdad, Manolito, al caso de tu tío Jonás, que me estás poniendo de los nervios.
-¨Cómo va el novio?
-Don Emilio, muy liado, de verdad muy liado, -Déjeme, déjeme, déjeme aquí, déjeme.
-Gracias.
Emilio, Don ¨me puede dar algún consejo?
-Sí.
-Qué decir, yo a usted le considero un hombre sabio.
Lo que dice que no lo estoy llamando viejo, usted no es un viejo para nada.
¨Me entiende lo que le quiero decir?
-Le entiendo, Pedro, siempre lo he hecho para desgracia de mi tensión arterial.
-Pero, lamento, no puedo serle de ninguna utilidad.
Recuerde que yo no me he casado.
-¨Y por qué no lo hizo?
Porque usted tiene muy buena planta, y más ahora que es un viejo.
Quiero decir, cuando usted estaba de buen ver, a usted no le faltarían candidatas, seguro.
-La única mujer a la que amé se casó con otro, así que ¨para que me iba a casar con una a la que no quería?
-Tiene toda razón, Don Emilio, tiene toda... ¨Y por qué no lo hizo?
¨Sabe por qué no lo hizo?
Porque usted es un hombre sabio.
La pregunta es, ¨qué hago yo aquí?
-¨Qué hace aquí?
-¨Qué hago yo aquí?
-¨Qué hace aquí?
Lo pregunta ahora... Pues casarse dentro de 20 minutos.
Eso es lo que va a hacer.
-¨Cómo?
¨20 minutos?
-Date prisa, primo, que llegamos tarde.
-Vamos.
Vamos.
Adelante.
-!
Primo!
-Hijo.
-!
Venga!
-!
Anda!
!
Sonríe!
!
Te casas!
-!
Emilio!
-¨No vas a venir?
-No, prefiero quedarme.
Sé que viene Alberto a trabajar por lo de Airsa.
Y yo no quiero perder otra oportunidad.
No puedo.
Ana ya lo sabe.
Y creo que lo ha entendido bien.
-Mi sobrina es testaruda, pero tiene buen corazón.
De todas maneras, tú y yo sabíamos que esto no iba a ser fácil.
Ten en cuenta que ellos llevan toda la vida pensando que tú no estás.
-Yo me muero de miedo, Emilio.
Ahora no puedes volverte atrás.
Todo va a salir bien, ya lo verás.
Ya lo verás.
-Nunca he visto un padrino tan elegante en mi vida, Dios mío.
Dales la enhorabuena de mi parte.
-Se las daré y ánimo.
-Sí.
-A nimo.
[campanadas] -Rita, ¨lo ves?
No tenías que haber venido.
Mira qué cara, que parece que estás en un funeral.
-Que no, que estoy bien, de verdad.
-¨Os parece bien aquí?
-Sí, sí, perfecto.
-¨No prefieres ir un poco más atrás?
-Es que no veremos nada.
-Que no, que no, que aquí está bien.
-Chicas, guardadme un sitio.
-Pero, Luisa, ¨qué haces aquí?
Si no te esperábamos todavía.
-Pues que me enteré que era la boda y he cogido un autobús y me he venido, pero pensé que no llevaba.
Y dije: "¨Cómo no voy a estar con la gente que me necesita?
-Pero si Pedro no se va a dar ni cuenta, mujer.
-Pero si lo digo por ti, boba.
¨Cómo estás?
-Bueno, bueno, bueno lo que nos ha traído el año nuevo.
Por lo que veo, nada ha cambiado.
Estás guapísima.
Luisa, en suelo sagrado no puedo mentirte.
Te he echado muchísimo de menos.
-Ay, sí, pues supongo que será porque habrás tenido mucho más trabajo con doña Aurorita.
-Bueno, por eso también.
¨Me hacéis un hueco?
-¨Vamos a poner unas velitas, Rita?
-Sí, que buena falta nos hace.
-¨Estás preocupada por Rita?
-Sí, es que es una cabezona.
No tenía que haber venido hoy.
Sigue enamorada de Pedro y ver casarse al hombre que quieres con otra... -Claro.
Supongo que nadie mejor que tú para darle ese consejo, ¨no?
-Hace mucho de eso ya.
-Espero que el suficiente tiempo.
Porque he intentado hacer como que me daba igual, Ana, y... la verdad es que saber que Alberto y tú tuvisteis algo me ha hecho sentir... -Entre Alberto y yo no hay nada, Carlos.
-No, y te creo.
Te creo, pero es el hecho de sentirme así al pensar lo que me ha hecho darme cuenta de lo mucho que me importas.
Y es por eso que quiero aprovechar que estamos aquí.
Para preguntarte algo.
Algo importante.
-Carlos, por Dios, no.
-Pero que es broma, mujer.
voy a pedirte que te cases conmigo ahora.
Todavía no.
Pero mañana vienen mis padres y he pensado que podríamos cenar juntos los cuatro.
-¨Con tus padres?
-Con mis padres.
Vamos, Ana, pero en esto va en serio.
-Dime que vendrás.
-Manolito, ¨te quieres estar quieto?
De verdad, me estás poniendo nervioso.
-Estoy jugando a carreras, que soy un coche.
-!
Claro!
!
Mírale!
Como te estrellas Dios mío, de mi vida, de mi corazón, qué calor hace aquí.
-¨Qué tal, Pedro?
-¨Bien?
¨Ha llegado ya Rita?
-No, no la he visto, pero seguro que va a venir, no se preocupe.
Va a venir, no se preocupe.
-Bueno, bueno, bueno.
¨Cómo vamos?
Por aquí.
-Bien, un poquito nervioso.
Pedro Infante, el que se casa, encantado.
-Encantado, yo soy el padre Nemesio, pero todos me llaman Nemesín.
-Que suena bonito.
-Este de aquí es Tobías, el organista.
Tengo que gritar porque el pobre está un poco sordo.
!
Tobías, él es el novio, Pedro Infantes!
-¨Qué?
-Que soy Pedro Infantes, el que se casa.
-Grítale, grítale, que si no nos entera de nada.
-!Que soy Pedro Infantes!
Es que no me está escuchando.
!
Soy Pedro Infantes, el que se casa!
!
Don Emilio es mi padrino y el que corre por aquí es mi hijo Manolito!
-Mira, papá, soy un fantasma.
-Manolito, estate quieto.
-Padre Nemesio, ¨no tiene puesta la calefacción verdad?
Yo tengo muchísima un calor.
-Esos son los nervios, pero no se preocupe, hombre, que pronto se le va a ir en nada.
Mientras que no le pase como a los Jiménez.
!
Buena fue la de los Jiménez, eh, Tobías!
-¨Los Jiménez?
-Sí, los últimos que se casaron aquí.
Menudo cirio preparado.
La novia se enteró de que el novio tenía una aventurilla con la cuñada, y, bueno, ríase usted de los amantes [inaudible].
Desde entonces nadie se anima a casarse aquí.
La gente, que es muy supersticiosa, pero bueno, esté tranquilo, que las manchas de sangre del suelo casi ni se notan.
-Tranquilo, Pedro, todo va a ir bien.
No se preocupe, todo va a ir bien.
-Manolito.
!
Manolito!
Manolito.
-¨Qué le ha pasado?
-Estoy bien, papá.
-¨Estás bien?
Es que sabía que iba a pasar esto.
Sabía que iba a pasar esto.
Don Emilio, ¨seguro no ha llegado ha legado Rita?
-Pedro... -Vale, disculpe.
-Pedro.
-A ver, a ver.
-A ver.
-Mira, mira, a ver.
-¨Rita?
¨Rita?
-¨Qué?
Ay, Luisa, yo no sé si voy a aguantar, ¨eh?
Yo tengo una cosa aquí en el estómago que no se me va. -Ay, hija mía, se llama angustia y lo raro sería que no la tuvieras.
-Fíjate que hasta la había traído un regalo de boda.
Soy una tonta, ¨verdad?
-Es que eres la mejor amiga del mundo.
-¨Se lo doy?
-Venga, anda, corre, que le va a hacer ilusión.
-!
Qué guapo!
-No sabía si ibas a venir.
-Pero claro, hombre, ¨cómo me lo iba a perder?
En fin, que yo quería... Es que esta mañana no he tenido la oportunidad de darte esto.
-No tenías por qué haberlo hecho, Rita.
-Un día en la planta de joyería te oí que decías que te gustaba este pisacorbata.
Y pensé que te podía venir bien para un día tan especial como hoy.
-Esto es muy caro.
-No, no es nada.
Sí, con esto de ser dependienta por un día y lo de doña Aurori... Bueno, con más cosas que, que tenía de sobra.
Quería tener un detalle contigo porque... porque para mí es muy importante que seas feliz.
-La novia acaba de llegar.
Rita, menos mal que ha llegado, porque este hombre estaba a punto de darle algo.
Pedro, ha llegado el momento.
[♪ música de órgano] -Bueno, yo me marcho.
Adiós, Pedro.
[♪ música de órgano] -Pedro, hijo, anímate, que mientras que no lleve un cuchillo, aquí no pasa nada.
[♪ marcha nupcial] -Ya recuerdo por qué la llamábamos "la mona lisa".
-¨Por mona?
-¨Qué mona ni mona?
Porque siempre vestía un cuadro.
-En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Estamos aquí reunidos hoy para unir en santo matrimonio a Pedro Infantes y a Rosa María Blázquez.
Hoy el amor os ha traído aquí, ese amor que todo lo puede.
ordéisQuiero que rec que ese amor que os profesáis es paciente y se regocija con la verdad.
El amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
El amor no pasará jamás.
-¨Estás bien?
-Sí, disculpe, que tengo... Siga, siga, siga, padre, siga.
-No son mis palabras, son las de San Pablo, que terminaba su carta a los corintios con un "si no tengo amor, no soy nada".
Unas bellas palabras para una relación... -Yo me voy.
-Me voy contigo.
-No, no, no, no, de verdad, pobre Pedro, si no se va a quedar vacío.
Quedaros, por favor.
Además no os ofendáis, pero prefiero estar solo.
-Por eso, y si alguien tiene algún impedimento para que esta boda no se celebre, que hable ahora o calle para siempre.
Entonces, Rosa María, ¨aceptas a Pedro como legítimo esposo...?
-!
Yo!
-¨Pedro?
Yo... Yo tengo un impedimento.
-Virgen Santísima, de esta no me recupero.
-¨Pero qué dices?
-Que yo tengo un impedimento y... bien grande.
!
Rita!
-!
Rita!
!
Rita!
-¨Qué pasa?
-¨Que qué pasa?
-!
Que le digas que la quiero!
-¨Qué?
-"!
Que la quiero!".
-¨Cómo?
-!
Que le digas: "Te quiero!
-¨El qué?
-"!
Que te quiero!".
-¨A mí?
-!
Hombre, no!
!
Pedro a Rita!
-!
Ah, "te quiero, Rita"!
!
Rita, te quiero!
-Jonás, no me toques las narices, ¨eh?
-!
No, yo no!
!
Pedro!
Que mi primo está loco por ti, Margarita.
[♪ "The love of my life"] -Pero, Pedro... -Que te quiero.
[♪ "The love of my life"] [aplausos] -Ay.
[aplausos] !
Ah!
-Primo, primo.
!
Rosamari!
-¨Qué le ha pasado a Rosa María?
¨Qué ha pasado ahora, por favor?
-¨Qué le va a pasar?
La gracia es que no haya habido otra escabechina, hijo.
-Encárguese de esta muchacha y usted busca una ambulancia.
Ya sabía yo que esto no podía acabar bien.
[♪ "The love of my life"] -Alberto, ¨se puede saber dónde estabas?
Llevo buscándote toda la mañana.
-Lo siento.
-¨Qué pasa?
¨Y esa cara?
-Anoche discutí con Cristina.
Bueno, fue mucho más que una discusión.
Se ha enterado.
-¨De qué?
-Se ha enterado que me acosté con Sara.
-Lo sabía.
Sabía que esta historia iba a acabar mal.
-Fue un error.
La noche no tenía que haber terminado así, Mateo.
a que haberme ido con Ana.
-¨Qué?
-Discutí con Cristina, fui a hablar con Ana, quería que se viniera conmi... -Espera, espera, espera.
¨Ana otra vez?
-No, Ana siempre, Mateo.
Sigo enamorado de Ana.
Y ahora me siento mal porque pienso que la he traicionado y encima Cristina tiene un enfado.
-¨Cómo está Cristina?
-Me he ido de casa sin hablar con ella.
Estaba muy dolida.
-Alberto, yo no sé cómo quieres que te lo diga.
Con Ana, pasa página, por favor.
Ella se está dando una oportunidad con Carlos.
Y con Cristina te va a perdonar.
O no.
!
Dale tiempo!
-Un daño así no se olvida con el tiempo.
bueno, aprenderás a convivir con ello, ya está.
-Mira que me lo habías dicho veces, ¨eh?
"Los hombres son así Cristina, infieles por naturaleza".
Pero yo pensaba que Alberto no... Tan pronto.
Es que le quiero tanto, Bárbara.
-Hombre, claro, no vas a dejar de quererle de la noche a la mañana.
Le quieres por cómo es o a pesar de cómo es.
Pero ahora te toca cambiar de actitud, Cristina.
-¨A mí?
¨A mí por qué?
-Ajá.
-Si yo no he hecho nada malo.
-Tú has jugado tus cartas y has perdido.
Ahora es hora de jugar a un juego nuevo, con reglas nuevas.
Tienes que ser tú quien tenga la sartén por el mango.
A partir de ahora vas a estar siempre donde él esté.
Haciéndole saber a todas esas que ese de ahí es tu hombre.
-Pero yo no soy así.
Solo pensar que mañana les voy a tener que ver a los dos en la presentación de Airsa, es que... -Sí, y ahí es donde vas a poner en práctica mi segundo consejo.
La cabeza, bien alta.
Cuanto más alta esté, menos verán tu debilidad.
Te lo dice una experta.
¨O cómo te crees que puedo ver a Patricia todos los días?
-No sé.
[llanto] -Señores, Raúl va a presentar la colección.
-Pensé que no contabas con nosotros para esto.
-Bueno, hace tiempo que hemos enterrado el hacha de guerra, ¨no?
-Discúlpame, cuando quieras.
-Raúl.
-Adelante, bienvenidos.
Venga ya, sentaros.
Cuanto más gente, mejor.
Como iba diciendo, os espero que estéis preparados para un viaje irrepetible, porque con la nueva colección vamos a viajar al pasado.
Bienvenidos a los felices años 20.
América y Europa ardían en deseos de vivir el día a día.
En la música nacía el jazz, el blues, el charlestón y lo mejor de todo, espectáculo del estaba en plena ebullición.
Fueron tiempos de cambio y ese cambio estuvo reflejado en su moda.
Tiempos no muy diferentes a los que estamos viviendo ahora en España.
Estamos en las puertas de los años 60 y Velvet debe ser a la lead del futuro.
Líneas clásicas, pero con descaro.
endas elegantes, pero ligeras y cómodas, tanto para ir a cenar elegantemente o para terminar bailando swing hasta la madrugada.
Vamos a ver, ¨y ahora qué pasa?
-Comparar a nuestras clientas con las fulanas del Moulin Rouge no sé si es jugar un poco con fuego.
-No se trata de eso, Enrique.
Se trata de rescatar la esencia de los años 20 y renovarla, reinventarla.
Y si tuviera que hablar de algunas clientas de Velvet, las chicas del Moulin Rouge, en comparación, son monjitas.
s a conseguiramo que nuestras clientas recuerden una parte de su vida.
Les vamos a devolver la juventud.
-¨Qué mujer no pagaría por sentirse siempre joven?
-Vamos a darles felicidad a todas esas viuditas que se pasean cabizbajas por estas galerías.
-Tú decides.
-Bueno.
Es complicado, pero me gusta.
El riesgo es el justo, porque no es nada que nuestras clientas no hayan visto antes.
Pero es diferente, con un sello propio, que une pasado y presente.
-Exacto.
-Y con respecto al descaro, yo siempre he sido un poco irreverente, así que me encanta.
-Adelante entonces.
-Raúl, enhorabuena.
-Que comience el show.
-¨De nuevo cedes?
No sé si prefería al lobo o a este corderito.
-Bueno, ¨y qué querías?
Yo de esto de moda, de patrones y estilos, no...
Lo mío son los números.
Así que mientras os ciñáis el presupuesto podéis hacer lo que consideréis.
-¨Entonces tengo vía libre para tomar todas las decisiones?
-Yo confío en ti, Patricia.
Aunque no te lo creas.
Y sé que no hay nadie mejor para esto que tú.
Vamos a llegar muy lejos con esta colección y lo vamos a hacer juntos.
-Pero entonces, ¨padre ya no vendrá al pueblo?
-No lo sé, no lo sé.
-Pero entonces, ¨padre se casará con la tía Rita?
-Manolito, hijo, no te puedes imaginar cómo me recuerdas a tu padre, ¨eh?
Verás, escúchame, a veces los mayores nos metemos en líos de los que no sabemos salir y cuando pensamos que sabemos, resulta que no podemos.
Y otras veces... Bueno, no te preocupes, no te preocupes.
Tus padres volverán en un santiamén, ¨de acuerdo?
-Pero entonces... -¨Qué?
-¨Podemos comer más barquillos?
-Sí, aquí hay más barquillos.
Sí, vamos.
-Es que fue como si el tiempo se hubiera detenido, porque delante de todo el mundo se me acerca como un galán y me dice lo que me dice y me besa como me besa.
!
Ay!
Nos ha dado la sensación de que ha sido como en las películas.
-Sí, como en las películas.
Pero deja ya de repetirlo.
-Pero déjala que está muy emocionada ella.
-Ay, como para no estarlo, ¨eh Rita?
Pero un poco de discreción.
-¨Pero por qué?
-Ay, no.
-Si yo solo tengo ganas de gritarle al mundo que estoy enamorada.
!
Ay, qué leche!
Es que voy a hacerlo.
!
Pedro me quiere!
!
Pedro me quiere!
!
Pedro me quiere!
Pedro me quiere.
-Anda, venga.
Que yo también te quiero y no te pones tan contenta.
!
Tía!
-Pedro me quiere.
-Sí, que te quiere mucho... -!
Ay!
-¨Pero qué pasa?
¨Que no tengo derecho a ser feliz si es el mejor regalo de Reyes que me han hecho nunca?
-Pues claro que sí, Rita.
Y nosotros qué nos alegramos.
Es que hija, como Rosamari todavía está en el hospital... -Y le ha dado un bajón de tensión, no un infarto.
-Bueno, no le ha dado un infarto, pero el corazón se lo ha roto, las cosas como son.
Y si has esperado tanto tiempo, podrías esperar un poco más, ¨no?
-Tienes razón.
Pobre Manolito, debe estar preocupadísimo.
Y es que porque no puede ser todo perfecto.
-¨Que no es perfecto?
Pues claro que sí, que la ha dejado plantada en el altar.
¨Y tú sabes la cantidad de veces que he soñado yo con eso?
-Es verdad.
Pero yo me lo voy a tomar con tranquilidad.
Es que soy tan feliz.
-Tan feliz.
Pues disfrútalo, hija.
-!
Ay!
!
Ay, Pedro!
!
Ay, mi Pedro!
!
Mi novio!
!
Pedro!
No.
¨Pepita?
¨De parte quién?
No está.
¨Qué?
Pues si llaman del hospital y el teléfono no comunica no nos vamos a enterar de cómo está Rosamari.
-Ya, Rosamari.
[teléfono] -!
Pedro!
!
Luisa Rivas!
Sí, un momento.
Un señor.
-Sí, dígame.
Sí, soy yo.
¨En San Valentín?
no sé, me pilla tan de sopetón que... Eh, sí.
¨Una respuesta?
Sí.
Pues sí, claro.
Ahí nos vemos.
Gracias.
-¨Qué pasa?
-Que era de Radio Intercontinental.
Que como gané el concurso, quieren que vuelva a cantar en San Valentín.
-!
Pero Luisa!
-!
Que volvemos otra vez a la radio!
Luisa, que vas a ser muy famosa.
¨Qué vas a cantar?
-Pues no lo sé.
Una canción de amor, supongo.
-Y yo te voy a ayudar a elegirla, que para eso soy tu representante.
-¨Tú?
-¨Qué?
Yo la lancé al estrellato, no lo olvidéis.
-!
Pero qué estrellato, ni qué estrellato!
!
Ay, pero dicen que va a ser muy importante, que va a venir toda la prensa!
!
Y hasta los del NODO!
-!
Ay, el NODO!
!
Que te va a ver España entera!
-!
Ay, qué nervios, por favor!
¨Y qué me pongo, qué vestido me pongo?
¨Cómo te vas a poner, hija?
Un Philipe Ray.
Pero esta vez de gala, ¨eh?
De noche, de noche.
Si quieres vamos mirando los bocetos que tengo en las telas y todo.
-Oye, pero yo soy tu representante, ¨no?
Es que veo que se me adelantan.
-Rita, tú eres un duro, hija.
-Chicas, luego os veo.
Espera, ¨te ayudo?
-No, no hace falta, no te preocupes, yo puedo.
-Anda, dame algo.
-Gracias.
-Por aquí.
-Sí, claro.
No, no, no, no, no, no.
Muévelo hacia la izquierda.
A ver, más.
Ahí.
Más, más, más, más.
Un poquito más.
Eso es.
Vale.
Muchas gracias.
Clara, ¨me puedes hacer un favor?
Colócate ahí un momento.
-¨Aquí?
-Sí, quieta, es que no tengo doble de luces y no se me ocurre otra modelo mejor que tú para hacer esto.
-No, no, no, no, no, que no estoy peinada.
Mira cómo estoy, no, no.
-Estás guapísima, ¨de dónde venías?
-Pues de una boda.
Bueno, que digo de una boda, de una no boda, porque resulta que Pedro, que es mi ex, se iba a casar con... Da igual.
res que me ponga ahí, dices, ¨no?
-Sí.
Vale.
Ahora, ¨qué te iba a decir?
Muy bien, muy bien.
Venga, empezamos, ¨vale?
Relájate, que va a ir muy bien.
[♪] Muchas gracias, Clara.
Me ha salvado la vida.
Se te da muy bien.
-Mirar y sonreír no es tan difícil.
Pero vamos, que no me veo yo en estas.
A mí me encanta mi trabajo.
Y si no fuera por las matemáticas, que las tengo atragantadas, yo creo que llegaría lejos.
-Nunca es tarde para empezar algo nuevo.
Un curso de contabilidad.
-Pues sabes que lo había pensado.
-No.
-Pero, con lo que sé, no sé si voy a poder sacarlo, porque me han dicho que es bastante difícil.
-Tú puedes sacar todo lo que te propongas.
Estoy seguro.
-¨Me he perdido algo?
-No, ya habíamos terminado, ¨verdad?
-Sí, Clara, muchas gracias.
Ha estado muy bien.
-Si no ha sido nada.
Luego te veo.
-¨Preocupado?
-¨Preocupado?
¨Yo?
¨Por qué?
¨Por ti?
Clara me quiere.
-¨Ah, sí?
¨Y tú a ella?
¨La quieres?
¨Estás enamorado?
-¨Ahora eres escritor de novela rosa?
Lucas, sigue con tu vida y yo lo haré con la mía.
Y con Clara.
-Huelo a miedo.
-Señorita Montesinos, tengo el placer de comunicarle que usted mañana tiene una cita muy especial con su novio.
-Pues lo siento, pero yo llevo su agenda y mi novio tiene una presentación... -A la que usted irá con él de su mano.
Y después noche en el Palace, champán, fresas, tú, yo.
¨Te está gustando mi regalo de Reyes?
-No está mal, pero yo ya había pensado otra cosa.
-¨Otra cosa?
No hay nada más caro que el Palace.
-Ya lo sé.
Pero llevo tiempo queriendo hacer un curso de contabilidad y es muy caro.
Con lo que tengo ahorrado no me llega, así que... -¨Un curso de contabilidad?
-Sí.
¨Te hace gracia?
-No, no, no.
¨De verdad quieres eso como regalo?
-Sí, ¨qué tiene de malo?
-Nada, pero tú eres más de joyas, de pendientes, de Palace.
-O a lo mejor tú no me conoces tanto como crees.
-Claro, es que no sé para qué lo quieres.
Tú como secretaria no necesitas saber de números, para eso estoy yo.
-Pero es que a lo mejor quiero avanzar y no quiero seguir siendo toda mi vida tu secretaria.
Mira, Mateo, que sepas que puedo conseguir lo que me proponga.
[♪ música suave] -Pues yo creo que para tu color de piel y de pelo, el color que te favorecería mucho sería este.
-Ay, no lo sé, pero yo cada vez me arrepiento más.
Es que va a venir todo el mundo y me voy a poner muy nerviosa.
-Pero tú tranquila, mujer, que te vamos a hacer el mejor Phillipe Ray del mundo.
Venga.
-Bueno, este color... -¨Lo habéis elegido ya?
Es que lo mío sí que es urgente.
Mañana tengo que ir a la fiesta de presentación de los uniformes.
-¨Y eso?
-Pues nada, Mateo que me ha invitado a la fiesta y quiere que vayamos en plan novios novios y de la mano.
Y todo eso querrá, no sé.
-¨Y por qué lo dices con esa cara?
¨No estás contenta?
-No, no.
Sí, sí que estoy contenta, lo que pasa es que es mañana y no sé qué ponerme.
-Seguro que no pasa nada.
¨Está todo bien con Mateo?
-Perfecto.
¨Me ayudaríais, chicas, a elegir algo de mi armario?
-Bueno, ¨San Valentín podrá esperar?
-Venga, vamos.
-Gracias, chicas.
-Anímate.
Si tú vas a estar guapa con todo.
-Ya, pero... -Que sí, hombre.
-Así fue la cosa mas o menos... -¨Se puede?
-Sí.
-Ay, perdone, no sabía que estaban ocupados.
-No, pero Blanca, pase.
-Adelante.
-Estamos aquí.
¨Quieres contarme algo?
-Voy a ver a Esteban.
-Ah, eso está muy bien.
Tenéis muchas cosas que contaros.
-Tenga cuidado.
-Don Emilio, creí que habíamos dejado claro que el... -Perfectamente claro, doña Blanca.
Sin embargo, a título personal y por si le sirve de algo, le diré que durante los años que Esteban trabajó con nosotros hizo cosas... Hizo muchas cosas que a mí no me gustaron.
-Las personas pueden cambiar.
-Yo solo me preocupo por usted.
-Pues no lo haga.
Estaré bien, se lo aseguro.
[♪ música alegre] -Estás igual que la última vez que nos vimos.
-Esteban, por favor, pero si hace más de 20 años de eso.
-Pues entonces tiene más mérito todavía.
Siéntate, por favor.
-Gracias.
-¨Quieres tomar algo?
-No, estoy bien, gracias.
Te agradezco que hayas venido.
Significa mucho para mí.
-La verdad es que a estas alturas de la vida no esperaba esa llamada.
Confieso que no he dormido en toda la noche.
-Yo tampoco.
-¨Qué ha cambiado, Blanca?
¨Por qué ahora?
-Porque es ahora cuando he sabido que llevo viviendo todos estos años engañada.
Isabel ha vuelto de Cuba y me lo ha contado todo.
-Si hubieses sabido que estabas embarazada, ni Rafael ni nadie me hubiese alejado de ti.
Cuando lo supe había pasado demasiado tiempo.
Tuve miedo.
Miedo de que no me entendieras, de que no me perdonaras.
Lo siento, Blanca.
Lo siento mucho.
-Lo recuerdo como si fuera ayer, en aquella sala de fiestas.
-Sí.
-Pero ese viernes fue Rafael quien acudió a la cita.
Me acusó de haber robado en Velvet.
-E l estaba convencido de que habías sido tú.
-De ninguna manera.
Una mentira más.
Una excusa para alejarnos.
-Claro.
Un hijo con una modista habría sido una vergu enza para los Márquez.
-Pero no para mí.
¨Supiste algo de nuestro hijo?
¨Le volviste a ver?
-Sé que fue un buen chico y que intentó buscarme hasta el día que murió.
-¨Cómo se llamaba?
-Eduardo.
-Eduardo.
Gracias, Blanca.
No sabía lo que necesitaba esto hasta que no te he vuelto a ver.
-A mí también me hacía falta.
Aunque estaba muerta de miedo, la verdad.
Gracias.
-Espera.
No te puedes ir así.
Ahora que nos hemos encontrado me gustaría contarte quién soy, qué es lo que hago, cuál es mi vida ahora y que me cuentes algo de ti.
-Yo voy a estar siempre aquí.
-Entonces déjame que te invite a cenar mañana.
-No sé si es buena idea, Esteban.
-Si no vuelvo a verte sería como perderte otra vez.
No quiero volver a arrepentirme.
-Después de la presentación de Airsa estaré libre.
¨A las diez aquí?
A las diez aquí.
-Blanca, ya estás aquí.
¨Qué tal ha ido con Esteban?
-Ha sido duro.
No es fácil remover el pasado, y mucho menos cuando es como el nuestro.
-Sí.
Bueno.
-Voy a volver a verle.
Mañana por la noche.
-Eso me alegra.
Me alegra que podáis tener una segunda oportunidad.
-Bueno, yo no diría tanto.
-Poco a poco.
-¨Y qué me dice de usted?
-Bueno, yo creo que también hoy voy a tener un día complicado.
-Adelante.
Ya no tiene nada que perder.
-Sí.
[golpes en la puerta] -Adelante.
-¨Tiene un momento?
-No está siendo un buen día.
Si no es muy importante, hablamos en otro momento.
-No puedo esperar.
No quiero.
-Claro, siéntese, por favor.
Usted dirá.
-No me llamo Elena, soy Isabel Navarro.
Soy tu madre, Alberto.
-Si esto es algún tipo de broma, no tiene ninguna gracia.
-No.
No lo es.
-Mi madre murió en Cuba, en Galena.
-Bueno, eso es lo que te contaron.
Eso es lo que tu padre quería que tú creyeses.
Pero... yo sigo viva, hijo, y me tienes aquí.
-No.
No se equivoque.
-Alberto, cuando tú eras... mi bebé, tu padre se volvió a España.
Y me arrancó de ti, y se enamoró de otra mujer, de Gloria, y quiso terminar conmigo.
Era un hombre muy ambicioso y... no quería que tuviera nada que reclamarle.
-No le voy a consentir que siga hablando así de mi padre.
Así que, por favor, márchese.
-Siempre quise volver a buscarte, hijo.
Pero me encerraron en un centro.
Yo no podía volver.
Tu padre dejó todo bien arreglado.
Como lo hacía siempre.
No podía salir de... -Mi madre está muerta, señora.
Y yo todavía no sé lo que está haciendo aquí.
Así que, por favor, márchese.
No me toque.
-Alberto, yo sé que esto es difícil, pero tienes que creerme, es tu vida, hijo.
-Márchese.
[♪ We arrive at home"] [llanto] [♪ We arrive at home"] -¨Isabel?
Isabel, ¨estás bien?
¨Es Alberto?
¨Has hablado con él?
-Sí.
[♪ We arrive at home"] -No te lo vas a creer.
Hace cinco minutos ha entrado doña Elena por la puerta diciendo que es mi madre.
¨Lo sabías?
¨Lo sabía y no me has dicho nada?
-Intenté decírtelo en la fiesta de Reyes... -¨Intentaste decírmelo?
No lo puedo creer.
Vivo rodeado de mentiras y de engaños.
-Alberto, tu madre solo... -Mi madre está muerta, Ana.
Mi madre lleva muerta 30 años.
-Eso no es verdad.
-¨Eso no es verdad?
30 años pensando que mi madre está muerta ¨y ahora esto?
Mi padre fue un buen hombre, ¨sabes?
Un hombre que se dejó la piel por su familia.
Porque a mí no me faltará de nada.
Para que ahora venga esta señora a decirme lo contrario.
-Alberto... -!
Déjame!
-Yo también perdí a mi madre.
Y daría lo que fuera por tenerla solo una vez más en mi vida, cerca de mi padre.
-Ahora no, Ana.
Déjame solo, por favor.
[♪ "All things you are"] -No te esperaba tan pronto un casa.
Pero mejor porque quiero que hablemos.
-Ahora no quiero hablar, Cristina.
¨qué ahora el señor no quiere hablar?
¨Y qué es lo que le apetece al señor?
Porque la última vez que te dejaste llevar por tus apetitos, te recuerdo que acabaste acostá... -Te he dicho que no quiero hablar.
No lo volveré a repetir.
¨A dónde vas?
-A casa de mi padre.
Esta noche tenía la esperanza de arreglar las cosas, pero él es tan egoísta que no eres capaz de ver una segunda oportunidad, ni aunque la tengas delante de las narices.
[♪ "All things you are"] -Lo siento.
Lo siento, Cristina.
No te vayas, por favor.
-Alberto, no voy a dejar que me trates así.
Eres tú el que se ha equivocado y yo la que debería estar exigiendo un respeto.
Tu conducta no tiene ninguna justificación.
Ninguna.
-Mi madre está viva.
-¨Cómo?
-Me acabo de enterar.
Es doña Elena, la jefa del taller.
Lleva todo este tiempo haciéndose pasar por otra persona, pero... ella... [suspiro] Ella dice que es mi madre.
No lo sé.
-Isabel.
Lo siento.
Lo siento de veras.
-Tenías que haberlo visto.
No parecía ni mi hijo.
¨Cómo he podido yo hacerle algo así, Dios?
-¨Qué dices?
¨Qué dices?
¨Hacerle qué?
¨O es que tú no has sufrido durante todo este tiempo, eh?
Desgraciadamente, él no es la única víctima.
Y ya está bien, no te mortifiques más.
Ya pasó, ya.
Desde el primer día sabías que iba a ser difícil.
-Sí, pero yo no sabía que... iba a sentir miedo de sentirme aún más sola que antes.
-¨Miedo?
La Isabel que yo conozco puede con esto y con mucho más.
Y no se pone en lo peor hasta que no sucede, y lucha.
Lucha hasta el final, así que ya está bien de lágrimas.
Ya está bien.
A partir de ahora puedes ser la que eres.
¨No te sientes liberada?
Dale tiempo.
Unos días.
Solo unos días.
Y si no... Si no... yo mismo te ayudaré a volver a Cuba.
-La Rosamari, con tal de hacerse la protagonista, igual se ha inventado algo.
-¨Y puedes parar de moverte?
Que me estás mareando.
-¨O no?
¨Y si es peor?
¨Si la cosa es mala y la hemos matado de un disgusto?
-¨Pero qué dices, Rita?
¨Qué cosas tiene?
¨Cómo las has de haber matado?
-¨Yo qué sé?
Pedro.
-Rita.
Bueno, yo creo que aquí sobra más de uno, ¨no?
!
Jonás!
-Yo es que pensé que también me ibas a besar.
Como nos estabais esperando.
-!
Hey!
Qué cosas tienes.
[♪ música alegre] -¨Qué tal Rosamari?
-Bien.
Le había dado una bajada de tensión y la ha dejado en la pensión descansando.
-¨Has hablado con ella de lo de...?
-Sí, pero no se ha enterado porque va medio groggy por los medicamentos del hospital y... Pero mañana... mañana voy a hablar con ella porque yo creo que se merece saber todo.
Que ya va siendo hora.
Te he echado muchísimo de menos.
-La verdad es que yo no me he despegado del teléfono porque estaba deseando saber de ti, Pedro.
-¨Y Manolito?
-Con Emilio.
Que no lo suelta ni para ir al baño.
-Bueno, voy a hablar con él, ¨vale?
[♪ música alegre] [golpes en la puerta] -Adelante.
-Buenas.
¨Cómo está?
-Tiene más carreto que usted, que ya es, ¨eh?
-¨Podría hablar con él?
-Suerte.
-Manolito.
¨Cómo estás?
-¨Qué tal está mamá?
-Bien.
Bien, la ha dado un mareo, pero ya está en la pensión descansando.
Si quieres mañana te llevo a verla, ¨vale?
Bueno, ahorita, hijo, es que no sé... No sé cómo decirte esto, de verdad.
Que lo siento mucho.
Yo a tu madre la quiero muchísimo, pero no... pero no la quiero de la forma que la tengo que querer para casarme con ella.
Encima a ti te hacía mucha ilusión, pues, formar una familia... -Yo nunca dije eso.
-Ya.
Bueno, pero... -Papá, yo sé que querías a la tía Rita.
Y yo quiero verte contento.
Siempre me ha hecho ilusión vivir contigo para siempre porque las chicas son un rollo y mamá se pone muy pesada.
Así que si quieres a la tía Rita, pues ¨qué le vamos a hacer?
Ahora que voy a tener dos mamás tendré más regalos en mi cumpleaños.
-Ven aquí, ¨eh?
Te quiero mucho.
-Yo también.
-Mírame a los ojos y dímelo.
-Te quiero mucho.
-Así que me has traído un regalo.
Pues sí que vamos avanzando, ¨sí?
Cualquier día de estos te invito a cenar.
e de perdiz que ha hecho mi madre del pueblo.
Bueno, como tú tuviste el detalle conmigo, este, de traerme el pavo en Navidad, pues... Bueno, y sé que te gusta comer.
di la verdad, que tú también me has echado de menos.
-No empecemos, ¨eh?
Que te lo quito.
-Tú sabes que una boda trae a otra boda.
!
Oye!
[♪ música alegre] -Buenos días.
-Buenos días.
¨Te apetece un café?
-Por favor.
Gracias.
-Alberto, lo de anoche fue una tregua.
No ha cambiado nada.
Siento muchísimo por todo lo que estás pasando, pero nuestros problemas empezaron antes.
Además, ¨qué sabes de esa mujer?
Puede ser una farsante o una persona de esas que solo quieren aprovecharse de las desgracias ajenas.
Tu padre fue un buen hombre, Alberto, y eso nadie puede dudarlo.
Tú tampoco deberías.
[♪ música triste] -Déjenos solos, por favor.
Cójalos y márchese.
-Alberto, escúchame.
-Hoy presentamos la colección, no va a hacer falta una segunda jefa de taller.
Su trabajo aquí ha terminado.
No se preocupe, Clara tramitará su baja.
-¨Es así como quieres hacerlo?
-¨Prefiere que le diga que mi madre está muerta?
Que murió hace 30 años.
Que si hubiera estado viva hubiera venido a verme.
Prefiere que se lo diga así.
-Preferiría que me dejaras explicarme, hijo.
-Nada de lo que diga va a cambiar lo que ha hecho.
[golpes en la puerta] -Isabel, soy Ana.
A breme, por favor.
-Ya ha elegido.
-Alberto está confundido.
-Sí.
-No sabe lo que quiere.
Es normal, nos pasaría a cualquiera.
-No quiere verme.
Me ha echado.
-Después de todo el esfuerzo que has hecho, ¨de verdad te vas a rendir ahora?
[golpes en la puerta] -Pasa, Emilio.
-Isabel, ¨qué pasa?
-No me quedan fuerzas.
Me voy.
-Alberto, he pensado que para la presentación de Airsa, lo que... Porque la cosa sigue en pie, ¨no?
-Sí.
-Bien.
¨Qué pasa?
-Estoy cansado de ser el director perfecto, el marido perfecto, el hijo perfecto.
No puedo más ya.
No puedo más.
-Mateo, ¨nos puedes dejar a solas un momento?
-Sí.
-Lo que tengas que decirme me lo puedes decir delante de él.
-¨Estás seguro?
-Sí.
-Tu madre se va. Y no me puedo creer que la hayas echado.
-No voy a discutir esto contigo.
-!
Es tu madre, Alberto!
-¨Es mi madre?
Mi madre llega 30 años tarde.
¨Qué ha hecho todos estos años para recuperarme?
-¨Te has parado a escucharla?
¨Has hecho un mínimo esfuerzo por entender que la ha traído aquí ahora?
-¨Te digo la verdad?
Me da igual.
-Pues no lo creo.
Yo creo que te importa y mucho.
Porque si no, no estarías así.
Alberto, yo no te estoy diciendo que os convirtáis en la familia feliz de la noche a la mañana.
Ni que te la lleves a vivir a tu casa.
No ha venido a buscar nada, nada más que a ti.
¨Te has parado a pensar por qué tu madre, después de 30 años, aparece aquí ahora?
¨Qué la ha traído hasta aquí?
Porque para ella no está siendo nada fácil tampoco, ¨eh?
Tu padre la abandonó en Cuba.
le permitió ponerse en contacto contigo.
Te hizo creer que estaba muerta, te estuvo engañando... -!
No voy a consentir que sigas hablando así de mi padre!
!
Ni tú ni nadie!
-Lo siento si te duele, pero es la verdad.
-Eso no lo sabes.
-Mi tío me lo confirmó.
Y te recuerdo que fue la mano derecha de tu padre todo este tiempo.
Tu madre se vuelve a Cuba esta noche después de la presentación.
Tú verás lo que haces.
-¨Me lo vas a contar o...?
-Es que no sé jugar, hijo.
-Así, así.
-A mí es que estos juegos me aburren, de verdad.
Mira, tu madre, Manolito.
-!
Mamá!
-!
Mi amor!
-Rosamari, tienes mejor cara.
Verás, yo quería hablar contigo de... -Mira, cariño, ve y recoge tus cosas, ¨eh?
Que nos vamos.
-!
No!
-!
Manolito!
-Rosamari.
No te lo puedes llevar así de sopetón.
De verdad, yo lo siento muchísimo por lo de ayer, pero es que estaba encerrado, el crío, tú... -Me da igual, Pedro.
Has jugado con mis sentimientos y eso es lo único que importa.
Me llevo al niño y espero que no tengamos que verte nunca más.
-¨Cómo?
¨Cómo?
¨Cómo?
¨Qué?
¨Qué?
-¨Tú sabes la vergu enza que me hiciste pasar ayer?
Pedro, lo dejé todo por ti.
Te mereces sufrir tanto más que yo.
-¨Cómo?
A ver, Manolito es mi hijo.
Sabes que no te lo puedes llevar porque sin él no puedo vivir y lo sabes bien.
-Nos vamos.
Espero que seas muy feliz con Rita.
Ya tendrás otros hijos con los que entretenerte.
-¨Cómo?
¨Pero tú te has vuelto loca?
es mi hijoito y no es ningún entretenimiento.
Y sabes que él también quiere estar conmigo.
-Manolito estará con quien diga su madre.
-Vale, no vas a entrar, no vas a entrar.
Estos son unas galerías privadas y necesitas un permiso y el mío no lo tienes.
Vas a recoger al niño cuando termine la presentación y cuando acabe la jornada de trabajo.
Antes no.
Y te vas a comportar como una persona civilizada.
Al menos tendré tiempo para... para despedirme de él.
Así que ya sabes.
-Más te vale estar aquí cuando llegue.
[♪ música alegre] -Te estaba buscando.
¨Has hablado ya con Rosamari?
¨Tan mal ha ido la cosa?
-No te ha perdonado, ¨verdad?
-¨Qué se lleva, Manolito?
Que no voy a volver a verla.
[♪ música alegre ] -Perfecto, entonces, la tarima, al final, está enfrente de los invitados, así las chicas podrán subir para hacerse la última foto.
-Perfecto.
-La Femmme fatale ha llegado.
-Señores.
-Sara.
-Hola.
-Quería ver cómo iba todo.
-Aunque ahora lo veas manga por hombro, todo va como lo habíamos planeado.
-¨Y qué hay de las chicas?
Ya deberían haber llegado, ¨no?
-Están a punto de llegar, yo misma la recibiré.
-Veo que lo tenéis todo bien atado.
Mejor, no tenemos mucho tiempo.
-Ya, en días como hoy el tiempo juega en nuestra contra.
-Sara, si nos acompañas, Mateo y yo te enseñaremos todo lo que hemos pensado.
[♪ música alegre] [♪ música suave ] -Es un placer tenerlas aquí entre nosotros.
-El placer es nuestro.
-Gracias a ti, Alberto, por invitarnos.
-Por favor.
Carlos, póngales una copa de champán.
Adelante.
-Esta os la cobro aparte.
-¨Y una foto de familia?
Sonreís, chicos.
-Alberto, no voy a tener más remedio que darte la enhorabuena.
-No te reprimas, Enrique.
-Venga.
Gracias.
-Tú y yo no comenzamos con buen pie, ro tengo que reconocer que has hecho un trabajo impecable.
[♪ música alegre] -Gracias, Enrique.
-Bueno, a relajarse y a disfrutar.
-Clara, no sabía que trabajabas esta noche.
-Clara viene conmigo de acompañante.
-Enhorabuena, Clarita.
Cualquier día te presenta como su novia, mh?
-Hasta ahora.
-Hasta ahora.
Discúlpame.
-¨Dónde vas?
-Voy a hablar con Ana.
Ahora vengo.
-No tardes.
-Hola.
-Enhorabuena.
Has hecho un trabajo excelente.
-Hemos.
Te recuerdo que este trabajo también es de ella.
-Ana.
-Hola.
-Hola, Alberto.
¨Recuerda que tenemos una cita después de la presentación?
-Claro.
-¨No te quedas?
Había pensado en invitar a las modistas en el taller.
-Hemos quedado para cenar con sus padres.
Voy a conocerles hoy.
-Bueno, te echaremos de menos.
-Pasadlo bien.
-Buenas noches.
No seré yo la que diga esa frase tan manida de "la unión hace la fuerza", pero les aseguro que la unión de Velvet e Airsa dará mucho que hablar.
Les dejo con el hombre que ha luchado día y noche para hacer de esta colección una realidad.
Alberto Márquez.
[aplausos] Lo estás haciendo muy bien.
-Estoy rota por dentro, Bárbara.
-Perfecto, lo importante es que nadie se dé cuenta.
Y menos esa.
-Buenas noches, muchas gracias a todos por venir.
Es la primera vez que presentamos una colección y que no estamos nerviosos por saber si se venderá.
En este caso es distinto.
El éxito es ya una realidad.
Y todo ello gracias a dos factores.
Por un lado, la confianza que han depositado las aerolíneas Airsa en nosotros.
Y por otro, y más importante, por el enorme talento que ha demostrado tener una de las mejores diseñadoras de este país.
Además, Galerías Velvet siente el orgullo de haberla descubierto.
Ana Rivera.
Un aplauso, por favor.
[aplausos] Y ahora sí vamos a descubrir los nuevos uniformes de Airsa.
Elegancia y glamour de altos vuelos.
[aplausos] [♪ música suave] -Voy a ver si me dan otra.
-¨No me vas a preguntar si quiero una?
-¨Te apetece tomar algo, cariño?
-No, muchas gracias, Pichín.
[♪ música suave] -Es increíble cómo un matrimonio puede pasar página de la noche a la mañana.
Se os ve tan felices.
-¨Vienes a hacer leña del árbol caído?
-Pensé que el árbol estaba más firme que nunca.
-Pues no, no lo está.
-No sabía que Bárbara te hubiese castrado tanto.
-El problema no es Bárbara.
El problema eres tú.
-Pensé que podría vivir sin lo que teníamos y... Te echo de menos.
Y mucho.
[♪ música sensual] -Está siendo un éxito.
-Parece que esto es lo único que voy a poder compartir con él, al fin y al cabo.
-Nuestra idea era que fuera, de alguna manera, como de la alta costura.
[♪ música suave] -No tienen ni mis apellidos, Rita.
Es que yo lo tengo claro.
Igual que vino, pues se va. -No, eso no, Pedro.
No, no digas eso.
Que siempre se puede hacer algo.
Tú y yo somos los reyes de las cosas imposibles.
Ya había perdido la fe en que íbamos a estar juntos y míranos ahora.
Pedro, tú habla hasta que se te gasten las palabras.
Las suplicas.
Y si tienes que arrodillarte, te arrodillas.
Pero no te rindas, por favor.
-Manolito.
-¨Ya está lista la maleta?
-Sí.
Venga, despídete de la tía, que está la, está la mamá al caer.
-Te voy a echar mucho de menos, renacuajo.
-Y yo, pero seguro que nos vemos pronto.
-Seguro.
-Venga, vámonos.
Manuelito, estate quieto.
Como te vea don Emilio, te echará la bronca seguro.
-Qué rollo eres, papá.
Estoy jugando aquí.
Soy Puskás.
-¨Eres buscas tú?
-Sí.
-¨Y si yo soy Gento?
Cuidado que Gento se pone a jugar el partido.
Se la quita Puskás.
Puskás está a punto de disparar.
!
Dispara Puskás!
!
Gol!
-!
Gol!
-!
Gol del Real Madrid!
-!
Campeón de Europa!
!
Campeón de...!
-Madre.
-Cariño, tenemos que irnos que el tren sale en media hora.
-Bueno.
[♪ música triste] Pórtate bien, ¨vale?
Y haz caso a tu madre, en todo momento.
[♪ música triste] Te voy a echar mucho de menos.
-Y yo más.
[♪ música triste] -Pedro, suéltalo.
-No.
-¨Pedro?
-No.
Manolito, vete a jugar a la calle, por favor.
Rosamaría, tenemos que hablar.
-Tú y yo no tenemos nada más que decir.
-Pues sí, sí, sí, sí.
Tenemos que decir muchas cosas, tenemos que decir.
La primera es que no voy a dejar que lo hagas.
Te prometí que te lo ibas a llevar y te lo vas a llevar.
Pero antes de que te vayas tú a mí me vas a prometer una cosa.
Y es que me vas a dejar verle.
-Pedro... -!
Siete años!
!
Siete años sin ver a mi hijo!
Sin saber siquiera que lo tenía.
Y te lo pasé.
evé hasta Alemania, te lo volví a pasar.
Esto no te lo paso.
Y de verdad que lo siento mucho, ¨eh?
Pero... Manolito es... es lo que más quiero en este mundo.
Y hay cosas que yo no hago bien.
Que no hago nada bien.
¨Pero ser padre?
Ser padre lo sé hacer muy bien.
Y no me perdones, ¨eh?
Si no me quieres perdonar, no me perdones, ¨eh?
Pero no me hagas esto.
No nos hagas esto, por favor.
Por favor.
[♪ música triste] -Está bien.
-Gracias.
Manolito, ven aquí.
Ven aquí.
Ven aquí, ven aquí, ven aquí, ven aquí.
-Qué pesao.
-¨Qué?
¨Es pesao?
!
Hace el giro del avión!
!
Mira el avión!
!
Mira el avión pesado!
!
Mira el avión pesado!
!
Mira el avión pesado!
[♪ música triste] -No creo que te convenga emprender un viaje tan largo, Isabel.
Aquí hay buenos médicos, tendrías que pedir otra opinión.
Si existe alguna posibilidad de curarte, yo no me perdonaría nunca.
-Tú no tienes que perdonarte nada porque la decisión no es tuya.
Además, Emilio, tú me has prometido que me ibas a ayudar a irme si esto se torcía.
-Está bien.
-Vamos.
Blanca.
-¨Se marcha?
-Sí.
Alberto... -Lo siento.
-Sí, yo también.
-La voy a echar mucho de menos.
-Y yo a ti.
-Muchas gracias por todo.
-Gracias a ti.
-Le deseo mucha suerte en su nueva vida.
-Cuídate.
Tú también.
[puerta se cierra] -Ana.
Ven conmigo, no sé cómo hacerlo.
Lo único que sé es que voy a arrepentirme toda la vida si no lo hago.
Vamos a buscar a Isabel.
-Vamos.
¨Isabel?
¨Isabel, soy Ana?
¨Isabel?
No está.
-Vamos a buscar a tu tío.
-Luisa, ¨has visto a mi tío?
-Acaba de salir con doña Elena.
-Te voy a echar mucho de menos.
-Eso espero.
Ay, eso espero.
-Vamos.
[motor enciende] -!
Isabel!
!
Isabel!
!
Isabel!
-Pare, por favor.
[♪ "If you want to be my lover"] -Don Emilio, ¨qué haces aquí?
¨Ha pasado algo?
-Isabel, está grave.
-!
Alberto!
¨Qué haces?
-Ahora no quiero discutir.
-Claro, porque en este matrimonio siempre se hacen las cosas como tú quieres, ¨no?
-!
Carlos, espera, por favor!
Lo siento mucho, de verdad.
Tienes que creerme.
-Yo estoy dispuesto a dar pasos adelante en esta relación.
-No pareces muy convencida, -Porque no lo estoy, Rita.
-Clara es un premio demasiado bueno para retirarme.
-Ese premio es mío desde hace muchísimo tiempo.
-¨Sí?
-Era.
-Alberto, si la verdad ha salido a la luz, puede ser una oportunidad más que un problema.
Puedes arreglar las cosas con Cristina o buscar la felicidad en otro lugar.
-Quiero estos modelos, pero quiero irme un paso más allá.
Ahora viajemos al futuro.
-Yo sé que lo que tengo es grave.
-¨Por eso ha venido?
-Entre otras cosas.
-Doña Blanca, esto es para usted.
-¨Qué plan hay para esta noche?
-¨Qué?
-Pues San Valentín, Pedro, es el día de los enamorados.
-Que le voy a dar una sorpresa a Rita y que le voy a dejar a cuadros.
¨Te digo lo que le voy a decir?
Le voy a pedir matrimonio a Rita.