Next from Walter Presents on PBS, "La Otra Mirada" The following program contains content which may not be suitable for all audiences.
Viewer discretion is advised.
This program was made possible in part by contributions to your PBS station from viewers like you.
Thank you.
Te he echado tanto de menos.
!¡Cogedla!
Carmen.
Pero ¿qué haces aquí?
Cuánto tiempo.
No voy a volver.
Te agradezco mucho, Manuela.
Pero no me siento preparada.
Roberta, lo que ha hecho tu madre no es culpa tuya.
Roberta: Te estoy diciendo que no quiero volver a hablar del tema.
Te he echado mucho de menos.
Pues es tarde.
Enrique me hace feliz.
Hombre: ¿Le han robado, señora?
Son todos ladrones.
He dicho que tengo todo y que la suelte.
¿Cuánto tiempo llevas en la calle?
Desde pequeña.
- ¿Tus padres?
- No tengo.
Si me quieres ayudar, dame dinero.
Te voy a dar algo mejor.
No puedes meterla en la academia.
Las alumnas no la van a aceptar.
Y los padres, aún menos.
Piénsatelo, por favor.
Justo ahora que la academia empieza a remontar.
[Música] !¡Teresa!
[Resuellan] [Grita] Esa chica se llama Inés.
He tomado la decisión de que se incorpore en la academia con una beca.
Esto no va a salir bien.
Tengo miedo de no poder volver a ser la misma.
- ¿De dónde es?
- ¿De qué escuela viene?
¿Dónde va a dormir?
Bueno, a lo mejor ella está acostumbrada a hacinarse, pero yo necesito mi espacio.
Los inversores me han llamado indignados.
Exigen que eches a la morena.
!¡Inés!
Se llama Inés.
Me vendría bien una mano.
Si empiezas hoy, encantado.
Por supuesto.
Bienvenido de nuevo, Tomás.
¿Cómo que Tomás?
Ahora te pido por favor que vuelvas y me ayudes tú a mí.
Cuéntame que ha pasado.
Roberta es mi hermana.
¿A qué tenemos miedo?
¿A lo desconocido, a lo indiferente, a lo nuevo, a lo inesperado?
Siempre hay una primera vez para vencerlo, siempre.
Y solo puede hacerse dando un paso al frente.
Le presento a nuestra nueva administradora y profesora de educación física.
¿Educación física?
Los tiempos están cambiando.
Bienvenidas al siglo XX, señoritas.
Tenía usted razón.
La academia ya no es lo que era.
[Música] [Música] Vicente.
Usted disculpe, doña Luisa.
No he querido asustarla.
¿Qué hace usted aquí?
El pedido de libros.
En cuanto ha llegado, he venido corriendo.
Ah, claro.
Colóquelo ahí mismo, por favor.
Disculpe, es que estaba tan concentrada.
Justo acabando el inventario.
Normalmente está más ordenado, pero por fin conoce el laboratorio.
¿Le gusta?
Bueno, yo de estas cosas no entiendo, pero parece moderno.
Lo es, lo es.
Bueno, pues, si no se le ofrece nada más.
Sí, claro.
La dejo, que usted tiene tarea.
Buenos días.
En realidad, sí que hay algo más.
Y le aviso que no admito un "no" por respuesta.
Que tenga un buen día, doña Luisa.
[Música] [Música] ¿Qué es esto?
No voy a despedir a nadie, Carmen.
La situación de las cuentas es mucho peor de lo que esperaba.
No tenemos otra opción.
Pero si has incluido hasta el expediente de Luisa, por favor.
Sí, y el mío.
Por favor, tiene que haber otra opción.
Vamos a revisar las cuentas.
No la hay, Manuela.
No hay.
Toma, más cajas.
Sí.
Déjamelas ahí, por favor.
No sé si me voy a acostumbrar.
¿A qué?
¿A no ver todos mis trastes por aquí?
También.
Al no tenerte tan cerca.
Me he cogido una casita en Sevilla.
No me mudo a Hong Kong.
Ya vuelvo.
Gracias.
No me puedo creer que por fin voy a salir con Francisco Téllez Quirón Arcos de Tejada.
Pasa que no sales con nadie que no tenga menos de cuatro apellidos.
¿Y adónde crees que me llevará?
¿No piensas hablar de otra cosa en todo el día?
No puedo evitarlo, es que me encanta.
Margarita, no le conocéis.
Es hijo de conde, no necesito saber más.
Teresa, ¿te vas?
No, solo voy a dejar la habitación libre.
Pero ¿por qué?
¿No quieres estar aquí con nosotras?
No es eso, Roberta.
Vete a clases, luego hablamos.
Creía que con la donación que había hecho tu madre estábamos al día.
Con eso conseguimos mantener la academia un curso más y hacer algunas inversiones, pero la situación vuelve a ser delicada.
Situación que los nuevos inversores iban a solventar.
Es que los nuevos inversores ya no están.
Y Manuela tomó la decisión que le pareció más afortunada.
Y ahora va a tener que hacer lo mismo otra vez, por muy difícil que sea.
¿De qué decisión estamos hablando?
De un plan de ajustes.
Sí, tendremos que eliminar los gastos innecesarios.
Estoy segura de que revisando conseguiremos ahorrar.
¿Ahorrar en qué?
Lo dices como si aquí tirásemos la casa por la ventana todos los días.
No lo sé, Luisa, en materiales, en actividades de ocio, en meriendas.
Créeme, es la mejor opción.
Créeme tú que no va a ser suficiente, Manuela.
De verdad.
¿Podemos, por favor, intentarlo?
Confiad en mí.
Lo único diferente es que no dormiré en la academia, pero seguiremos viéndonos todos los días, aquí y en clase-- ¿Estás enojada conmigo?
No.
¿Cómo iba a estarlo, Roberta?
Teresa, es que no entiendo nada.
Estoy enfadada, confundida y nadie me quiere explicar lo que está pasando.
Con mi madre apenas pude hablar y mi padre no me coge las llamadas.
¿Qué necesitas saber?
Todo.
¿Por qué mi madre le hizo eso a tu padre?
Mi padre le hizo perder mucho dinero a tu familia.
¿Y ya está?
¿Solamente por dinero?
¿Por qué tienes tantas cosas guardadas de mí?
Porque necesitaba saberlo también.
Estaba recabando información de tu familia.
Entonces, ¿te acercaste a mí solamente por interés?
No.
Me acerqué a ti porque era tu maestra.
Roberta, las dos estamos pasando momentos muy difíciles.
Pero, tarde o temprano, todo volverá a su lugar.
[Música] Macarena.
¿Qué?
¿Hace un frío horrible o es cosa mía?
No he pegado un ojo en toda la noche.
Yo me he ido poniendo todo lo que tenía encima hasta que he entrado en calor.
Pero si está helada.
Chicas, ¿puedo cambiarme aquí?
Es que nuestro radiador no funciona.
Nuestro radiador no funciona.
Tampoco el de mi habitación.
Y en los pasillos tampoco.
¿Será la caldera?
Que no.
Habrá que arreglarlo antes de que me salgan los sabañones de las orejas.
A ver, señoritas, no hay nada que arreglar.
¿Cómo que no hay nada que arreglar?
¿Sabes algo?
No sabía nada.
Que no hay ninguna avería.
¿Cómo que no?
No funciona la calefacción.
Yo sé lo mismo que ustedes.
"Normas de convivencia, salud y educación en valores".
¿Has aprobado esto, Manuela?
Sí.
¿Esta es la forma de ahorrar?
¿Cortar la luz, la calefacción y restringir la lavandería?
Son ajustes presupuestarios.
En este mismo sistema hay muchos centros educativos de Europa.
¿Qué sistema?
¿El que hace responsables a las alumnas?
No se trata solo de ahorrar.
Se trata de prepararles para la vida adulta.
Por ejemplo, hasta ahora tenían dulces de postre cada día, ¿no?
Pues, a partir de ahora, fruta.
Que es más barata y más sana.
Se acabaron los derroches.
¿A tener luz, calefacción y comerte un dulce le llamas derroche?
No creo que opinases lo mismo cuando la alumna eras tú y no te faltó nada.
Pero es que no soy alumna, soy administradora de esta institución.
Y me pagan por sanear las cuentas.
Por favor, sé que es una medida polémica y que va a ser duro, pero os pido colaboración, es lo único que os pido.
Créanme, es la única manera.
¿Esta no tiene frío o es por llevar la contraria?
Muy buenos días a todas.
Me llamo Carmen.
Además de la administradora, soy la nueva maestra de educación física.
Esta es la que nos ha dejado sin calefacción ni repostería.
Espero que seáis conscientes de la importancia de la asignatura, que estará a la altura de cualquier otra.
Vuestras equipaciones.
Una donación de la residencia de señoritas de Madrid.
Repartidlas, por favor.
Os quiero cambiadas en diez minutos en el jardín, ¿de acuerdo?
Disculpe, doña Carmen.
Sí.
¿Las clases no son teóricas?
Y prácticas.
¿Algún problema?
No.
Muy bien.
¿No estarán usados?
Creo que esto de la educación física es una pérdida de tiempo.
Además, todo el mundo sabe que el deporte no es de señoritas.
Eso mismo piensa Pierre de Coubertin, fundador de los Juegos Olímpicos.
Que las mujeres solo debemos ser espectadoras del deporte y no participantes.
A pesar de ello, más de 70 mujeres participaron en los Juegos Olímpicos de Amberes, el año pasado.
¿Por qué?
Porque el deporte es algo fundamental en el desarrollo integral de las personas, independientemente de su sexo.
¿Vosotras qué esperáis del deporte?
No tener que estudiar mucho.
[Ríen] El deporte es esfuerzo, constancia, superación, algo que estoy convencida de que lleváis todas dentro, pero aún no lo sabéis.
Pero nosotras no hemos hecho deporte en nuestra vida.
Pero correr sabréis, ¿no?
¿Ha dicho "correr"?
¿Así?
¿Sin ningún motivo?
Bueno, igual no es tan difícil, ¿no?
[Música] [Música] [Jadean] [Tose] Esta mujer nos va a matar.
¿No os parece que se os va a salir el pulmón por la boca?
Yo no doy un paso más.
Estoy sudando y no pienso llegar colorada como un tomate a mi cita.
[Tose] Seguid vosotras.
[Jadea] Cuidado.
Esto no es lo que parece.
Bueno, sí, estoy roja, huelo mal y estos pelos.
Pero no quiero correr, porque hacer ejercicio deforma el cuerpo.
Están justo ahí.
¿Qué pasa?
¿Me vas a delatar?
No, las hojas de ese arbusto, que son urticantes.
Ay, no.
¿Qué es esto?
Pica.
Eso intentaba decirte.
No te rasques más, que te van a salir más ronchas.
No, por Dios, hoy no, que salgo con el hombre de mi vida.
Encima, odio a las dichosas plantas.
Mira.
Puedo ayudarte.
¿Qué?
Podrías haber empezado por cortar el arbusto urticante.
Pica.
[Jadea] ¿Puedo?
Alivia el picor y quita poco a poco el sarpullido.
[Música] [Música] Bueno, ya basta, ¿no?
Más te vale que esto sea milagroso, porque, si no, pienso quejarme de tus plantitas.
La mezcla de ácido acético con bicarbonato sódico produce una reacción ácido-base, transformando los reactivos en dióxido de carbono.
¿Cómo ha dicho que se llamaba el ácido?
Si no te callas, yo tampoco me entero.
Con una demostración práctica, lo entenderéis mucho mejor.
A ver, tenemos aquí el bicarbonato sódico.
Echamos tres cucharaditas.
Una, dos y tres.
Y le añadimos el ácido acético, que realmente es como vinagre.
Le ponemos 75 mililitros.
Muy bien.
Lo añadimos.
En esto consiste la química.
En el estudio del cambio y la transformación.
Se da en la naturaleza continuamente, en todo tipo de materia.
También en los seres humanos.
¿Puede poner un ejemplo?
Cuando nos reímos, cuando estamos tristes.
¿Y cuando nos enamoramos?
¿Eso también es química?
Claro, también.
Especialmente cuando nos enamoramos.
Muy buen ejemplo, Candela.
Yo no entiendo nada.
Inés.
Pensad en el cerebro.
¿Qué sucede cuando alguien que nos atrae se acerca?
A mí me entran unos calores.
Ni en educación física.
[Ríen] Las mejillas aumentan de temperatura.
Sube la presión arterial, el ritmo cardíaco se acelera.
Todos estos síntomas son provocados por impulsos nerviosos que se transmiten a través de sustancias químicas, que se representan en fórmulas como esta.
Entonces, ¿la ciencia puede explicar exactamente lo que es enamorarse?
En parte, sí.
Y en parte es un misterio.
[Llaman a la puerta] ¿Se puede?
Teresa.
Tengo algo para ti.
Ha aparecido esto en la mudanza.
Me he acordado que te gustaba mucho.
Ay, no sé qué decir.
Muchas gracias.
Bueno, no te molesto más.
Teresa, apenas hemos tenido tiempo de hablar desde que has vuelto.
Imagino que todo el mundo te estará preguntando cómo estás.
No quiero ser pesada.
Simplemente quería que supieras que estoy aquí para lo que necesites.
Muchas gracias, Luisa.
¿De salud?
¿Cómo te encuentras?
Pareces un poco cansada.
Imagínate, la vuelta a las clases, la mudanza.
Claro, demasiadas cosas.
Es curioso, el curso pasado vendí mi casa para mudarme aquí definitivamente.
Necesitaba cerrar una etapa.
Y ahora tú.
No, pero yo lo único que quiero es mi espacio, ¿no?
Como todo el mundo.
¿Y tú qué tal?
¿Cómo fue tu viaje?
Bien, he vuelto con ganas.
Estoy ilusionada con el laboratorio.
Aunque, si te digo la verdad, un poquito preocupada con todo esto que está pasando.
Ya, a ver cómo termina.
Sí.
Bueno, te dejo.
Teresa.
Cuando has entrado, ¿has entrado has visto a Vicente?
El cartero, quiero decir.
Sí, parecía que esperaba a alguien.
Lleva 15 minutos esperándome a mí.
¿Una cita?
¿No piensas bajar o qué?
La verdad, es que no lo veo apropiado.
Una cosa es hablar, incluso cartearse.
Pero no estoy en situación.
A estas alturas, no entra en mis planes conocer a un hombre, como comprenderás.
¿Por qué no?
¿Por qué no es apropiado?
Esto no es Londres, ni París, Teresa.
Estamos en Sevilla.
Pero en Sevilla, cuando un hombre se queda viudo a nadie le extraña que vuelva a tener pareja.
¿Por qué no puedes hacer lo mismo tú?
Porque... La verdad, no lo sé.
Luisa, haz lo que te pidan las tripas.
¿No necesitabas cerrar una etapa?
Vicente.
¿Se va sin mí?
Pues sí, ya me iba.
Que conste que no me pienso montar en ese cacharro.
De acuerdo.
[Música] [Música] [Ruidos gástricos] [Música] [Música] ¿El dicromato de potasio no es lo mismo que el dicromato de amonio?
Estoy intentando leer.
Además, ya he cumplido mi papel como mentora.
A partir de ahora, te las apañas solita, como todas.
Tú, fuera, que quiero hablar con mi amiga.
Pues, iros vosotras, esta habitación es tan mía como vuestra.
Francisco me ha rechazado.
!¡A mí!
¿Te lo puedes creer?
Que para dar un pase, vale, pero como novia prefiere una con mejor familia que yo.
Margarita, eso te pasa por salir con chicos solamente por sus apellidos.
Uno recibe lo que da.
Pero ¿a ti quién te ha dado vela en este entierro?
Porque una cosa es que compartamos habitación, pero una muy diferente es que te atrevas a-- Lo que faltaba.
Manuela no lo ha tenido fácil con la academia.
Pero ha demostrado ser una directora excelente.
En ese sale a su madre.
Pero pienso que no se puede penalizar a las alumnas por un fallo en tu gestión.
Digo yo.
Perdóneme, no hago más que hablar de trabajo.
Lo siento.
No, no.
Me encanta escucharla.
Además, me interesa mucho.
Al fin y al cabo, esa academia suya no es muy distinta a una fábrica cualquiera.
Si se refiere a una fábrica de jovencitas revolucionadas.
Pienso que una fábrica existe por los trabajadores.
Si los trabajadores no son los primeros, entonces el patrón no es buen patrón.
Tienes toda la razón.
Es una idea muy interesante.
Gracias.
Amelia, mi mujer, trabajó toda su vida en una fábrica.
Sé muy bien de lo que hablo.
Claro.
Salud.
Chinchín.
¿Y su marido?
¿A qué se dedicaba?
Notario.
Alfonso era notario.
Notario.
Ya sabe lo que dicen de los notarios.
No, ¿qué?
Pues que no son muy divertidos.
Bueno, igual no tenía una profesión muy apasionante, pero le aseguro que era un hombre maravilloso.
Sí, claro.
Perdóneme, he metido la pata.
No tendría que haberlo dicho, soy muy bruto.
Vicente, disculpe, le agradezco el paseo, la invitación, las cartas, pero creo que esto ha sido un error.
Mejor dejarlo aquí.
No, no se vaya.
No sé, nos llevamos bien.
Disfrutamos charlando, tenemos cosas en común.
Dígame qué puedo hacer para arreglarlo.
Lo siento.
Luisa, aunque nos duela, su marido y mi mujer ya no están.
Buena noche.
¿Seguro que es buena idea?
Nosotras no sabemos nada de electricidad.
En mi pueblo, el hijo del panadero se quedó tartamudo por una descarga.
Deja de decir tonterías y alumbra aquí, creo que es esto.
Ay, la virgen.
Venga.
No podía ser tan fácil.
[Chista] ¿Se puede saber que estáis haciendo todas aquí?
No se moleste, doña Luisa.
Estamos en horario de ahorro.
Y el interruptor general no funciona.
¿Y pensabas encender la luz así, a las bravas?
Venga, todas a dormir.
Doña Luisa, no es justo.
Más cuando sabemos que nos estáis mintiendo.
Y que nos digan que es por nuestro bien, como si fuésemos tontas.
Además, sabemos perfectamente por qué.
Ya no tenemos inversores.
Exacto.
Tenéis razón.
- ¿La tenemos?
- Sí, la tenéis.
Y deberíais de hacer algo.
Y hacerlo ya.
La academia no es nada sin vosotras.
Y si la directora y las maestras lo olvidamos, es que no estamos haciendo bien nuestro trabajo.
Todas a dormir.
Venga.
Buenas noches.
[Música] [Música] Buenos días a todas.
¿Y las demás?
[Campanas] [Campanas] ¿Qué pasa?
Silencio, silencio.
¿Se puede saber qué es este escándalo?
Estamos de huelga.
Esta son nuestras reivindicaciones.
¿Cómo?
Y no vamos a volver a clase hasta que recuperemos nuestros derechos.
¿Tú sabes algo de esto, Luisa?
Yo hablé ayer por la noche con ellas.
Pero en ningún momento les dije que se pusieran en huelga.
¿Qué les dijiste?
La verdad, Manuela.
Que esta academia no es nada sin ellas.
Entiendo que estéis molestas y que no se hayáis sentido tenidas en cuenta, pero por favor, hay otras maneras de expresarlo.
Perfecto, si es vuestra decisión, pero las clases no se anulan.
Niñas, por favor.
¿Y ahora qué hacemos?
¿Nosotros?
Trabajar, no hemos perdido nada en esta feria.
Va, regando.
Elías.
¿Estás bien?
Vamos.
♪ Esperan que estudiemos sin que nos calentemos ♪ ♪ Nos cortan la luz, dicen que es por salud ♪ ♪ Esperan que estudiemos sin que nos calentemos ♪ ♪ Nos cortan la luz, dicen que es por salud ♪ Bien, os presento a Magdalena Ventura.
O "La mujer barbuda".
Sí, es una mujer.
De hecho, su autor la retrató amamantando a su bebé para dejar muy claro que se trataba de una mujer.
Entonces, quiero que observéis muy bien el cuadro y que escribáis un comentario.
Acerca de lo que veis, de lo que os hace sentir, lo que sugiere.
Vamos, a reflexionar.
[Llaman a la puerta] Sí.
Madre mía, parece otra habitación.
Cómo la voy a echar de menos.
Aunque no a su desorden, por supuesto.
No me puedo creer que sigas teniendo esta foto.
Nuestro último año juntas.
Sí.
Aprendí mucho ese año.
Me gusta no olvidarlo.
He tenido un día horrible.
¿Te apetece salir?
Sí, vamos.
Muy bien, gracias.
Muy bien.
[Música] [Música] ¿Todo bien?
No.
No puedo.
Da igual cuánto lo intente.
Claro que puedes, Inés.
Solo con estar aquí ya puedes, ya lo estás haciendo.
Mira, no sé lo que esperas de mí, pero no lo voy a conseguir.
¿Qué más da lo que yo espere, Inés?
¿Qué esperas tú?
Yo nada.
Yo no espero nada.
♪ Nos cortan la luz, dicen que es por salud ♪ ♪ Esperan que estudiemos sin que nos calentemos ♪ ♪ Nos cortan la luz, dicen que es por salud... ♪ ¿Me dejáis pasar?
Esto es una sentada.
¿Y a mí qué me importa?
Quiero pasar.
Pero ¿tú de qué vas?
Que todo esto es por tu culpa y lo sabemos todas.
¿Qué?
Pues, que hasta que llegaste tú, las cosas iban bien.
Lo mínimo que podrías hacer es apoyar la protesta y no ir a clase.
Yo no tengo nada que apoyar.
Porque eres una esquirola, ¿sabes lo que es eso?
!¡Roberta!
El mismo derecho que tenéis vosotras para hacer huelga lo tiene ella para no hacerla.
Si quiere ser una más, que lo demuestre.
Cuando protestéis por algo que merezca la pena.
¿Sí?
¿Como qué, como tu beca?
Roberta, por ahí no vayas.
Pero es que es verdad.
A nosotras nos cortan la luz y la calefacción y a esta le pagamos los estudios entre todas.
Yo no pedí nada.
Bueno, ya está bien.
Dejadla, nosotras, lo nuestro.
Pasa, por favor.
Mirad, yo apoyo que luchéis por vuestros derechos.
Pero lo que no voy a consentir es que piséis los de una compañera.
Espero que sepáis hacerlo mejor.
♪ Esperan que estudiemos sin que nos calentemos.
Nos cortan la luz... ♪ Estamos haciendo una huelga por lo de los ajustes.
Y no vamos a parar hasta recuperar nuestros derechos.
[Música] ¿Se ha ido?
¿Eh?
La urticaria.
Ah... sí, la verdad que la planta esa fue de maravilla.
Enseguida volví a tener el cuello igual de terso que siempre.
¿Y la cita?
Eso peor, un mequetrefe.
No pienso volver a salir con él por muy hijo de conde que sea.
Si te ha dejado marchar, además de mequetrefe es un idiota.
Con perdón.
Gracias.
[Música] ¿Qué ha sido eso?
No sé.
Margarita.
Toma, para ti.
No da alergia.
El morado es un color protector.
Gracias.
Te has puesto colorada, Margarita.
No.
¿Te gusta el jardinero?
¿Cómo me va a gustar un "chichirivaina" de pueblo que se pasa el día entre plantas?
Hija, con lo mono que es, como si se pasa el día en una cuadra.
Aunque es un poco rarito, ¿no?
Pues, eso, ¿que cómo me va a gustar?
Oye, estamos haciendo una huelga para defender nuestros derechos... [Música] [Música] [Música] Pensaba que iba a echar de menos la academia, pero... creo que voy a estar muy bien aquí.
Yo no sé dónde vas a meter tantas cosas, ¿eh?
Madre mía, la de trastos que te han mandado.
Hacía tanto que no tenía una casa.
Necesitaba esto.
Hombre... Este es un buen lugar para echar raíces.
Y yo otra mudanza no hago, ¿eh?
Gracias por todo, Ramón.
De nada.
[Suspira] ¿Cómo estás tú?
Bien.
Un poco cansadilla, pero estoy bien.
[Música] Tengo una hermana.
¿Cómo que una hermana?
Que tengo una hermana.
No me has dicho nunca nada de ella.
Me enteré el día que me arrestaron.
Solo lo sabe Manuela.
Y además, la conoces.
Es Roberta.
Casada con un ingeniero y con cuatro hijos, por supuesto.
Eh... ¿Catalina Miranda?
Solo tres.
Ambas: [Ríen] Somos las únicas mujeres incompletas en nuestra promoción.
Bueno, al menos tú tienes la academia.
Tú ahora también.
Un poco sí.
Oye, ¿te puedo hacer una pregunta?
Claro.
¿Qué pasó entre Álvaro y tú?
No sé, se os veía tan felices.
Perdona, siento si me estoy entrometiendo, es que todavía no había tenido la oportunidad de preguntarte.
No hay mucho que contar.
Dos semanas antes de la boda me enteré de que me engañaba.
Y ya está, el resto te lo puedes imaginar.
Lo siento.
Tuvo que ser muy duro, ¿no?
En realidad, creo que fue lo mejor, sí.
Tarde o temprano me hubiera enterado.
¿Y te imaginas tener que vivir con alguien solo porque estás obligada?
Manuela.
Qué agradable sorpresa.
Siento mucho no poder decir lo mismo.
Buenas tardes.
Por lo menos déjeme felicitarla por la última novedad de la academia para señoritas.
No creo que nada de lo que tenga que ver con la academia sea asunto suyo.
¿Y tampoco que haya vuelto a coger a Tomás?
¿Y qué se supone que debí haber hecho?
¿Dejarle tirado como hizo su familia?
¿Y usted qué sabrá de asuntos familiares si ni siquiera tiene hijos?
Pues, mira, lo único que sé es que, si algún día los tengo, no les echaré a la calle.
Y mucho menos por hacer lo correcto.
Lo que hizo mi hermano se paga, y usted fue la responsable.
Ya, calla.
La veo muy tensa, Manuela, relájese.
Ni me importa Tomás, ni me importa su academia.
Disfruten la tarde.
Señoras.
[Música] [Música] Estoy muy cansada.
¿Quieres que me quede?
¿Seguro que vas a estar bien?
Solo necesito dormir.
No se diga más.
Cada mochuelo a su olivo.
[Música] Que descanses.
Tú también.
[Música] [Música] [Suspira] [Música] [Jadea] [Música] [Resuella] [Jadea] [Música] [Música] No vea la que habéis liado, ¿eh?
¿Estás bien, Roberta?
Sí.
¿Y tú, qué tal tu vuelta?
Bueno, no ha sido como esperaba, pero bien.
Señoritas, escuchad.
Que ya hay calefacción, se acabaron las medidas de ahorro.
¿Hemos ganado?
Hemos ganado.
!¡Hemos ganado!
Todas: [Celebran] [Música] ¿Vais a despedir a alguien?
Es lo que estaba intentando evitar, Luisa.
Es que es la única manera de afrontar la situación económica, no nos queda otra.
Quiero que sepáis que para mí sois imprescindibles.
Y que voy a hacer todo lo posible por que no seáis ninguna de vosotras.
¿Y quién es prescindible?
¿Ramón, sus ayudantes?
Teresa, por favor.
Teresa, aquí todos somos prescindibles.
Hay que valorar quién es realmente necesario.
Y quien no ha contribuido de forma positiva a la imagen de esta academia, claro.
¿Eso qué, lo dices por mí?
Estoy segura de que Carmen no quería decir eso, ¿verdad?
Lo único que digo es que no se puede contentar a todo el mundo.
De verdad que no te reconozco.
Acabas de llegar y ya pretendes echar a alguien a la calle.
Manuela, esta institución nunca ha funcionado así.
No, no, funcionaba estupendamente a tenor de los resultados.
Mira, tú no tienes ni idea de lo que hemos trabajado aquí independientemente de los resultados.
Lo que sí sé, Luisa, es que llevas días quejándote sin aportar ninguna solución.
Muy bien, ¿quieres una solución?
Sí.
Dimito.
Así no tenéis que despedir a nadie.
Bueno, ya está bien.
Aquí no va a dimitir nadie, Luisa.
Y discutiendo, desde luego, no me ayudáis.
Ni quiero despedir a nadie ni quiero más huelgas ni dimisiones.
Lo único que quiero es lo mejor para esta academia.
Y si vosotras queréis lo mismo que yo, os pido por favor que nos relajemos y que busquemos una solución entre todas.
Antes de que sea demasiado tarde.
¿De acuerdo?
Tiro con arco, mi especialidad.
Empecé con este mismo arco cuando tenía vuestra edad.
Ya sé que han sido unos días muy difíciles y que no hemos empezado con buen pie, pero... creo que puedo compensarlo.
¿Quién se anima?
Tú misma, la del fondo, ven.
¿Yo?
Sí, ven.
Agarra el arco.
Déjate llevar, ¿eh?
Me dejo llevar.
Gira el codo.
Pero ¿cómo lo giro?
!¡No, que nos matas!
Regla número uno: nunca se apunta hacia donde hay gente.
Perdón, yo que soy muy torpe.
Mejor que lo haga otra.
Regla número dos: nadie abandona.
Otra vez.
[Música] No esperes nada de ti.
Solo dispara.
Estira... Dispara.
Le he dado.
Todas: [Aplauden] Siguiente.
Ya te digo yo que esto no es de señoritas.
Venga, chicas, al almacén.
Cuidado.
María Jesús, ¿tienes un momento?
Sí.
Adiós, Macarena.
Lo has hecho muy bien con el arco.
Pero si solo le he dado al borde.
Tendrías que haberme visto a mí la primera vez.
Muy poca gente le da a la diana en su segundo intento.
Tienes cualidades.
Vaya, pues, gracias.
¿Te interesaría aprender más?
Podría darte clases.
Sí.
Sí, claro.
Muy bien.
Empezamos mañana.
Llevarlo al almacén, por favor, chicas.
Gracias.
[Música] Parece que se va haciendo con las niñas, ¿no?
Carmen siempre ha sabido dónde dar.
Manuela, siento mucho lo de antes.
No era mi intención tensar más las cosas, de verdad.
Lo sé, Luisa.
Gracias.
Fue la primera niña a la que vi hacer deporte.
Lo tenía todo en contra.
A sus padres, a las maestras... A todo el mundo salvo a ti.
Tenía tanta determinación.
Estaba dispuesta a competir como fuese.
¿No pidió fondos al ministerio o algo así para competir?
Sí.
Sí, ¿verdad?
Claro.
!¡Claro!
¿Cómo no habíamos caído antes?
¿Qué pasa?
Aquí una ayuda del Ministerio de Educación Pública.
Tenemos hasta mañana para solicitarla.
Pero ¿es que no revisáis las ayudas todos los inicios de curso o qué?
Por supuesto, y no cumplimos los requisitos en ninguna, Luisa.
Sí, pero esta es para centros que imparten educación física.
Y ahora sí los cumplimos.
¿No es así?
Sí, sí.
De hecho, si nos la concede, habrá suficiente dinero para sanear las cuentas.
Y quedarnos con un buen colchón.
Por fin una buena noticia.
Bueno, todo solucionado.
No exactamente.
La resolución es rápida, pero el ingreso puede tardar meses.
Bueno, por lo menos no habrá que despedir a nadie, ¿no?
Sí.
Tendremos que prescindir de un sueldo.
El de la maestra de educación física.
¿Cómo?
Tenemos que trabajar juntas si queremos lo mejor para la academia.
¿Estás segura?
Sí.
He llegado la última.
Y se vive bastante bien con el sueldo de administradora.
Así que... Gracias, Carmen.
Gracias.
[Música] Buenos días, Margarita.
¿Margarita?
¿Estás bien?
Sí, doña Luisa.
¿Seguro?
Bueno, en realidad, estoy un poco confundida.
¿Confundida tú?
Con lo claras que siempre tienes las cosas, me extraña.
A ver, ¿qué pasa?
Verá, ¿se acuerda el otro día cuando en clase nos explicó que cuando te enamoras te va el corazón muy rápido y tienes un nudo en la tripa?
Sí.
Pues, lo he sentido.
Anda.
Pues, felicidades.
Sea quien sea, va a ser muy afortunado.
Ese es el problema, doña Luisa.
Que no sé cómo he podido enamorarme de un chico de pueblo sin clase social ni estudios.
Además que no se parece en nada al futuro prometido que me habría imaginado.
¿Sabes, Margarita?
Todas tenemos expectativas hacia los demás, y también hacia nosotras mismas.
Y cuando se cumplen, nos sentimos muy seguras.
Pero la vida es imprevisible, y la mayoría de las veces no sucede lo que esperamos.
Y entonces, nos sentimos confundidas.
Como tú ahora.
¿Y qué cree usted que debo hacer?
Pues, deberías ser honesta contigo misma y preguntarte qué deseas realmente de la vida.
Sin importarte las imposiciones.
Vengan de donde vengan, olvídate.
Un pensamiento.
Mi marido me regalaba un ramo cada aniversario.
¿Tú no tienes clases ahora?
Sí.
Gracias, doña Luisa.
Para usted.
Gracias.
[Música] Hoy me gustaría que reflexionásemos acerca de un sentimiento que seguramente todas reconozcamos.
Me estoy refiriendo al odio.
Y para hablar de ello, vamos a hacer un ejercicio en el que usaremos este árbol como símbolo del odio.
Quiero que escribáis en estas tarjetas las causas que pueden generar este sentimiento y las consecuencias.
Las causas las colocaremos en las raíces, y las consecuencias en las ramas.
[Música] [Música] ¿Y qué ideas podemos sacar de este ejercicio?
Que cosas como el miedo o la ignorancia pueden producir discusiones o conflictos.
Ajá.
Y más sufrimiento y marginación.
¿Y con esta quién se atreve?
Culpabilizar.
El odio es un sentimiento pasional, impulsivo.
Que nos hace señalar a un culpable.
Porque esa es la forma en la que legitimamos nuestro enfado, nuestra ira, y nos desquita.
Nos desahoga.
Aunque esa persona no sea la responsable del conflicto, ni de nuestro malestar, pero nos sienta bien culpabilizar y castigar.
¿Os suena de algo esto?
La protesta no iba contra Inés.
¿Estáis seguras?
Nosotras solamente estábamos protestando por una injusticia.
Roberta, ¿y tú estáis segura de que estáis siendo justas con la situación de una compañera?
Yo apoyo que reivindiquéis vuestros derechos, pero nunca limitando los de los demás.
[Música] Enrique.
¿No te ha dado el recado la sirvienta?
No tenías que venir.
¿Es que no te alegras de verme?
Sí, claro.
Pero es que ha sido una semana un poco difícil, y hemos perdido muchas clases.
Necesito quedarme el fin de semana para recuperar.
Puedes estudiar en casa, que tengo muchas ganas de estar contigo.
Además es la fiesta de los Torralba, a Elenita le da algo si no vas.
No tardo.
[Música] Chico.
¿Qué haces aquí?
Se supone que tú y yo teníamos un trato.
Tranquilo, que ese trato sigue en pie.
Que no estoy aquí por Flavia, ¿eh?
Es más, que ya me ha dejado muy clarito que... solo quiere estar contigo.
Pero Enrique, por tu bien, espero que la hagas muy feliz.
[Música] ¿Vamos?
[Música] Vicente.
Qué bien que lo encuentro.
Creía que estaba enfadada conmigo.
No, eh... En realidad, quería... pedirle disculpas por lo que pasó en la cena.
Supongo que... los recuerdos pesan.
Sí, claro.
¿Usted cree que estoy a tiempo de arreglarlo?
Me estaba acostumbrando a sus cartas.
Ajá, pero a cambio de una cosa.
[Ríe] [Música] [Música] [Suspira] ¿Qué ves?
Cuéntame.
Veo a una mujer que se siente diferente.
Pero se mantiene de pie, en el centro, sin avergonzarse.
Y el miedo de su marido, ahí medio escondido.
Y el dolor de ella porque en su lápida han escrito: "Gran milagro de la naturaleza".
Como si fuese rara.
Un monstruo.
[Música] Y haga lo que haga, siempre la verán así.
¿Sabes lo que veo yo?
Una mujer muy inteligente.
Con una sensibilidad innata.
Buen trabajo, Inés.
[Música] ¿Te gustan?
Son de la cocina, claro, no les he hecho yo.
Es lo más bonito que han hecho por mí nunca.
Bueno, tú me ayudaste con lo de la urticaria.
Doña Luisa dice que me gustas.
Por lo de la química, y eso que no solo lo dice ella, yo también lo creo... A mí también me gustas.
Y ahora tiene sentido de que este sea mi lugar.
[Ríe] [Música] [Música] Pero hay que guardar bien el secreto.
Si no, nos descubren.
¿Quiénes, las maestras?
No.
¿Entonces, quién?
Ya vienen.
No te entiendo.
A por mí, a por ti.
Venga, vámonos.
Elías, suéltame.
Levántate, por favor.
Venga.
¿Pero qué haces?
Que ya vienen, vámonos.
Que me dejes en paz.
Elías, ¿qué está haciendo?
De nuestra muerte.
Plantando flores azules.
Compadre, tranquilo.
Que estoy aquí.
Han vuelto.
¿Lo has visto?
[Música] Margarita, ¿estás bien?
Lo siento que no he podido venir antes.
¿Se lo has contado a alguien?
¿El qué?
¿Que en un segundo estábamos tan bien y que al siguiente casi me tira al suelo?
No.
Margarita, no se lo puedes contar a nadie, ni a las maestras, ni a las alumnas, a nadie.
Elías es un poco especial, pero no es peligroso.
Yo me lo traje del pueblo a ver si aquí estaba mejor, pero... no sé si fue buena idea.
Pero ¿qué le pasa?
Lo mejor es que no te acerques más a él, por el bien de todos.
De lo demás me encargo yo.
¿Me lo juras?
Necesito que me lo jures.
Vale.
La verdad es que estos trastos siempre los he visto muy peligrosos.
Son tan inestables... Pero reconozco que ha sido muy divertido.
Pero la próxima vez, los lleva usted.
No.
Bueno, no exageremos.
Ambos: [Ríen] Vicente... ¿Le importa si le tuteo?
Lo estaba deseando.
Quería darte las gracias.
Hace mucho tiempo que no me siento tan... tan viva.
A estas alturas no esperaba nada.
Así que no quiero dejar pasar esto.
[Música] [Música] Aquí está.
Llevabais razón, tienen todo lo que necesitamos.
Podrás conseguirlo a tiempo, ¿no?
¿Cuándo os he fallado yo?
[Música] Venga, vamos, que ya están aquí.
¿Ya han llegado?
Ay, por favor, qué ganas de conocerle.
!¡Madre mía!
Qué ganas tenía de verte.
Tú ya sabes que lo que necesites, siempre.
Yo soy Jorge Merlot y soy director de cine.
Yo soy Benito Padilla, soy actor... Soy su mayor admiradora, encantada de conocerle.
Todas: [Hablan a la vez] Nuestro padre está encantado con usted.
Como para no estarlo.
Oiga, esos no paran de mirarnos desde que hemos llegado, ¿eh?
Se van a quedar bizcos.
Qué pesados son, de verdad.
¿Pasa algo?
Llevas unos días sin hablarme.
Me caes muy bien y todo esto.
Pero yo estoy aquí para estudiar y tú, para trabajar.
Iba a salir a comer.
¿Te apuntas?
Solo necesito tiempo, te lo dije.
Pero que te estás alejando de ella en lugar de acercarte.
Todo bien, todo perfecto, todo bien.
¿Seguro?
Bueno, sí que hay algo, pero todavía no se lo he contado a Manuela.
Estoy con el guion de la película.
¿Tú sola?
Mejor sola que mal acompañada.
Lo que estoy diciendo es que habría estado bien poder tener mi opinión y no ser la última en enterarme.
Horroroso.
Pues, entonces... Ah, y te presento a Fidel, tu compañero de escena.
!¡Empezamos ya!
Luisa, ¿tú te das cuenta del ridículo que puedes llegar a hacer?
Acción.
¿Qué le ha hecho?
¿La vas a defender?
Pero si es una busca... ¿Qué le ha hecho?
Yo sé que tú me quieres.
Claro que te quiero, Ramón.
Pero es que a veces no es suficiente con eso.
Tú quieres que acepte ese trabajo y que me vaya porque no quieres estar conmigo.
Las cosas no están yendo bien entre nosotros.
¿Por qué tiene que ser siempre un héroe el que salve a la princesa?
¿Por qué no puede ser al revés?
Si no os gusta cómo se cuenta la historia... contadla vosotras mismas.
♪ "La Otra Mirada" is available with PBS Passport.
Go to pbs.org/ getpassport.
Also available by subscription to the PBS "Masterpiece" Prime video channel on Amazon.
♪ ♪